¿Te acuerdas de la historia de la niña de Zamora, el perro Sirius y el dibujo? Esta es la segunda parte

Hace unos días, en la LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA contábamos la preciosa historia de una niña zamorana y un perro de nombre Sirius. El cuento, tan real como la vida misma, hablaba de una niña que cada mañana se encontraba camino al colegio con un precioso perro llamado Sirius, de paseo con su dueño.

Y es que cada vez que la pequeña ve a la mascota a lo lejos, le suelta la mano a su madre para ir corriendo al jardín a acariciar al perro. Su propietario, consciente del cariño mutuo, tiene siempre reservada una bolita de pienso para que la niña se la dé. Tras ese gesto, siempre le dice las mismas palabras: "Adiós Sirius, me voy al cole".

Un gesto precioso

Pero lo mejor del cuento es cuando la niña tuvo un precioso gesto con el dueño y también con Sirius, el perro. “Toma esto es para vosotros”, a la vez que le regalaba dos dibujos uno para el dueño y otro para el perro.

La preciosa historia en Zamora de una niña, el perro Sirius y el dibujo más bonito del mundo

Pero el cuento continúa...

Este bonito y entrañable gesto tiene una segunda parte y así lo ha querido mostrar el dueño a través de sus redes sociales.

“Como dije por aquí yo le había preparado una foto de Sirius para que ella lo pudiera ver siempre que quiera y esta mañana la metí en mi abrigo y a eso de las 8:10 me bajé al jardín, como cada mañana. Al poco rato llegó ella de la mano de su mamá y desde lejos gritó: ¡¡¡Sirius!!! y con una gran sonrisa vino corriendo a saludarlo, a acariciarlo y a darle su bolita de pienso como siempre”, hasta ahí como cada mañana.

Pero había una sorpresa para la joven zamorana...

Lo que aún no sabía la pequeña zamorana es la sorpresa que el dueño tenía preparada para ella: “Cuando ya se iba fui yo el que hoy la sorprendí diciéndole: “pues hoy soy yo el que tiene un regalito para ti”. Y me dice: “¿ah sí?”. Entonces saqué la foto del bolso y le digo: “sí, es una foto de tu amiguito Sirius, de parte de los dos y firmada por el y por mi”.

Un gesto que llenó de ilusión y felicidad a la joven zamorana y que, como el dueño declara, “se trata de cómo termina la historia”. Una historia que ha conmovido a los zamoranos.

Una historia que quedará para siempre

“Ahora acabó esta pequeña anécdota, pero la historia entre Sirius, ella, su mamá y yo quedara para siempre, cuando nos sigamos viendo cada día en los jardines, alegrándonos mutuamente las mañanas”, cuenta el dueño.

Y es que, sin duda, se trata de pequeñas cosas, pequeños gestos, que hacen el mundo mucho más feliz.