Tumbados sobre la corresponsabilidad: machismo en Zamora

Seis de cada diez hombres zamoranos reconoce que trabaja poco o nada en las tareas domésticas, que recaen en las mujeres al completo en el 55% de los hogares

Una mujer plancha la ropa en una vivienda de Zamora.

Una mujer plancha la ropa en una vivienda de Zamora. / LOZ

Luis Garrido

Luis Garrido

La corresponsabilidad es un concepto que no termina de cuajar en la sociedad zamorana. El 55% de las mujeres de la provincia reconoce que se encarga en solitario de las tareas del hogar, mientras que un 28% explica que hace la mayor parte de las cosas, aunque con pequeñas ayudas del flanco masculino que vive bajo el mismo techo. No hay rubor en el 17% de los hombres que dice que no participa en los trabajos de casa. Ni limpian, ni barren, ni friegan, ni planchan. Las excepciones son eso, excepciones. Y los roles de género siguen tremendamente marcados en una población que debe dejar atrás el machismo y avanzar hacia un escenario más igualitario, empezando por lo que ocurre de puertas hacia adentro.

Existe un abismo entre las mujeres y los hombres de la provincia cuando se trata de ejecutar las tareas domésticas, como así se ha puesto de manifiesto en la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas difundida recientemente por el Instituto Nacional de Estadística. Un estudio en el que se observa de forma diáfana cómo ellos reniegan todavía de hacer unos trabajos que son para toda la casa. Tan solo uno de cada diez hombres ha afirmado encargarse de la mayor parte de las tareas del hogar, frente al dato que dice que, al contrario, son prácticamente seis de cada diez las mujeres que lo hacen todo y sin ayudas en sus viviendas.

El Instituto Nacional de Estadística ha decidido alejarse de los porcentajes para que todo el mundo pueda ver de forma clara cómo es la situación. Y el resultado es que 41.000 mujeres llevan la casa en solitario, frente a los 13.000 hombres que hacen lo propio. El triple. Una proporción uno a tres que se repite en el caso contrario, cuando se trata de no hacer absolutamente nada. Eso lo han reconocido 12.000 hombres frente a 4.000 mujeres en el conjunto de la provincia. La conclusión, tanto por arriba como por abajo, es que existe un flagrante desequilibrio que hace más necesarias que nunca todas las campañas sobre igualdad y corresponsabilidad que pongan en marcha las diferentes administraciones públicas que operan en el territorio.

La Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas ha sido realizada desde marzo de 2021 hasta febrero de 2022 en todo el territorio nacional a personas mayores de 16 años que viven en pareja. Y pudiera parecer que la ausencia de un reparto de tareas fuera una cuestión generacional, pero nada más alejado de la realidad.

Los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística muestran cómo el 30% de los zamoranos de menos de cuarenta años han reconocido no trabajar habitualmente en las tareas de casa. Las cifras son gruesas, sin distinción de sexos. Al segregar, el porcentaje de los hombres jóvenes que han dicho que no hacen nada en casa sube al 40%, mientras que en el caso de las mujeres se sitúa un puntito por debajo de ese 30% citado con anterioridad.

Los datos matan cualquier tipo de relato acerca de la igualdad en el ámbito doméstico. Siguen siendo las mujeres las que más trabajan, las que más tareas hacen, las que más horas echan y las que más funciones abarcan. Y los hombres están todavía muy lejos de las cifras que presentan ellas. Las excepciones son solo eso, excepciones. Y la realidad es que la corresponsabilidad no es ni siquiera algo que se pueda tocar con la yema de los dedos. Al menos, por el momento. Por eso, cualquier campaña seguirá siendo importante para alcanzar esa necesaria igualdad.

Una madre con sus dos hijos a la salida del colegio. | Emilio Fraile

Una madre con sus dos hijos a la salida del colegio. | Emilio Fraile / Luis Garrido

Los cuidados de los dependientes, mayores y menores, resultan más equitativos

Las tareas que cualquier pareja tiene que realizar en casa se multiplican si en ella viven personas que necesitan cuidados. Da igual si son mayores dependientes o menores que necesitan atención, porque el tiempo se consume de igual forma mientras siguen estando pendientes los trabajos como la limpieza, la plancha o la cocina. En el conjunto de la provincia de Zamora, la mayor parte de los hogares han reconocido que no existen personas dependientes bajo su techo. No obstante, la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas difundida recientemente por el Instituto Nacional de Estadística pone de relieve cuestiones tan interesantes como que cuatro de cada diez personas de ambos sexos reconocen que no participan habitualmente en los cuidados de las personas dependientes de casa. Sin embargo, el reparto es desigual. En el caso de las mujeres, el 35% dice no tomar parte en los cuidados, pero a la hora de analizar a los hombres el porcentaje se eleva hasta el 46%, según lo manifestado por los resultados de esta estadística recientemente publicada.

Ahora bien, si se trata de contabilizar qué persona es la que se encarga de la mayor parte de los cuidados, la cosa sí que cambia tremendamente. Las mujeres reconocen hacer todo el trabajo en el 35% de los casos, mientras que únicamente un 3% de los hombres dice que el peso de este trabajo recae principalmente sobre su persona. Todo ello no hace sino confirmar con datos lo que ya se conocía de manera distendida, que es una absoluta desigualdad tanto en el trabajo en el hogar como en el campo de los cuidados. Este último, un trabajo muy feminizado que cobra cada vez más importancia en un territorio como Zamora.

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