¿Qué ayuntamientos de Zamora cambiarían de alcalde si gobernara la lista más votada?

La modificación en la normativa electoral que demanda el Partido Popular solo provocaría un cambio de signo en cinco municipios de la provincia

Papeletas colocadas en una mesa, en las últimas elecciones autonómicas. |

Papeletas colocadas en una mesa, en las últimas elecciones autonómicas. | / Jose Luis Fernández

El debate sobre si los gobiernos municipales deben caer forzosamente en manos del partido más votado en las elecciones ha vuelto al centro de la escena. El líder nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha sido el encargado de conducir el tema hacia la discusión mediática como elemento más llamativo de su plan de calidad institucional, y ha defendido la idea que dicta que la lista con más apoyos debe tomar el bastón de mando, independientemente de las mayorías que se pudieran formar en el Pleno. Es decir, la idea es evitar pactos poselectorales y que la identidad de los alcaldes se conozca en la misma noche electoral.

La propuesta cobra relevancia por lo inminente de las elecciones municipales, que se celebrarán el próximo 28 de mayo y que servirán para elegir a más de 8.000 alcaldes en España. De ellos, 248 pertenecen a Zamora, una provincia donde el cambio en la normativa electoral no tendría demasiado efecto, al menos si se tienen en cuenta los resultados que se produjeron en el año 2019 y que son los que marcan ahora la composición de los ayuntamientos.

Las cinco excepciones

De hecho, en estos momentos, la lista más votada ya gobierna en el 98% de los ayuntamientos zamoranos. Entre los 248 casos posibles solo hay cinco excepciones y el Partido Popular perdería una Alcaldía y ganaría otra, por lo que se quedaría en una situación similar. En concreto, los casos que afectan a la formación liderada por Núñez Feijóo se encuentran en Fuentesaúco, donde el PP tomaría el control del Consistorio, y en Carbajales de Alba, que se escaparía de su control para pasar a manos de Por Zamora.

El partido de Ángel Macías es el principal perjudicado por la normativa actual abierta a pactos poselectorales, y es que también ostentaría el poder en Roales del Pan si se abriera el paso a la lista más votada. Vox, en cambio, se quedaría sin el único ayuntamiento de la provincia que dirige actualmente. Los otros dos ejemplos implican al PSOE, que recuperaría el mando en Palacios del Pan, en perjuicio de la agrupación independiente que gobierna en estos momentos, y que perdería Belver de los Montes, que pasaría nuevamente a manos de Izquierda Unida.

En realidad, esta es una provincia en la que lo habitual son las mayorías absolutas. En un 93,2% de los municipios, el partido más votado consigue al menos la mitad más uno de los concejales y puede gobernar en solitario sin depender de pactos. Además, en los ejemplos en los que no se da esa circunstancia, la lista más votada gobierna en dos de cada tres casos.

Lo más probable, mayoría absoluta

Lo cierto es que el tamaño de los municipios de Zamora promueve la obtención de mayorías absolutas. No en vano, los pactos precisan de, al menos, tres listas con votos suficientes para conseguir un concejal, algo que resulta inviable en determinados ayuntamientos y poco frecuente en otro puñado de ellos, como revelan también las estadísticas más recientes.

En el año 2019, en cuatro municipios de la provincia se presentó una sola lista. Es decir, los electores ni siquiera pudieron elegir. Además, en otros 130 ayuntamientos se postularon dos partidos, lo que forzosamente condujo a la mayoría absoluta de uno de ellos. En otros 84 casos, se contabilizaron papeletas de tres marcas distintas, mientras que solo en treinta hubo apoyos para cuatro o más fuerzas políticas.

Así las cosas, según estos mismos datos publicados por el Ministerio del Interior, en 39 ayuntamientos de la provincia, casi un 16% del total, solamente hay ediles de un partido, por lo que la lista más votada no solo gobierna, sino que lo hace en solitario en el más estricto sentido del término, con plenos que son reuniones internas de la propia formación local.

Los grandes municipios

La situación es más favorable a la escasez de partidos cuanto más pequeño es el municipio en cuestión. En los lugares grandes es más factible que se produzca el juego de pactos. Aún así, en los tres núcleos principales de la provincia también gobierna la lista más votada. En Zamora capital, Izquierda Unida obtuvo la mayoría absoluta en 2019; en Benavente, el PSOE tuvo que pactar precisamente con IU, pero también está al frente como partido con más apoyos; mientras que, en Toro, si bien el alcalde Tomás del Bien fue expulsado de las filas socialistas tras las elecciones, él y su lista siguen haciendo valer su triunfo contundente en los comicios de hace cuatro años.

En todo caso, para encontrar el ejemplo que mejor ilustra los cambios que quiere acometer el Partido Popular, tampoco hay que retroceder demasiado en el tiempo. Basta con ir a las elecciones celebradas en 2015 en Zamora capital. En aquellos comicios, la lista del Partido Popular encabezada por Clara San Damián consiguió diez concejales, por los ocho que logró Izquierda Unida. El PSOE, con cinco, y Ciudadanos, con tres, completaron la representación en el Pleno municipal.

En aquella ocasión, IU, con Francisco Guarido al frente, tuvo la capacidad de alcanzar la Alcaldía en base a los pactos poselectorales con los socialistas. Su candidatura no fue la más votada, pero la suma de las izquierdas fue superior a la de las derechas e invalidó un posible acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos. Las conversaciones entre Izquierda Unida y el PSOE se plasmaron finalmente en un acuerdo que les permitió controlar el Ayuntamiento hasta el 2019 cuando, ya desde la Alcaldía, el actual mandatario municipal pudo lograr la mayoría absoluta.

En el plan trazado por el Partido Popular, la normativa electoral se debería modificar para que los pactos no fueran posibles y que, en casos como ese, Clara San Damián hubiese accedido a la Alcaldía de manera directa por haber obtenido más votos que el resto de los candidatos. Ese movimiento llevaría directamente a una merma del poder del Pleno en beneficio de la capacidad ejecutiva del líder investido, que pasaría a ostentar el poder local independientemente de si puede controlar las votaciones en las sesiones del órgano.

¿Cambios en la Diputación?

Está por ver qué ocurriría con esta normativa más allá de los ayuntamientos. Es más sencillo trasladar la idea a otros ámbitos como el nacional o el autonómico que al provincial, por el sistema de elección de las diputaciones, aunque cabría la opción de proponer que el partido con más representantes electos escogiera al presidente de la institución.

En este caso, el Partido Popular podría ahorrarse cesiones como la que realizó en 2019 cuando, en aras de conservar el poder en las áreas de gestión, facilitó que Ciudadanos asumiera la Presidencia con un solo representante.

El PSOE habría liderado la comunidad autónoma tras los comicios del año 2019

Si bien la propuesta realizada por el Partido Popular solo afecta a los municipios, es fácil hacer una estimación de lo que podría haber sucedido en otros niveles territoriales con la aplicación de la norma de la lista más votada. Concretamente, en el plano autonómico, el Partido Popular se habría llevado un buen revés en el año 2019, cuando el PSOE de Luis Tudanca logró ser el partido más votado en las elecciones de Castilla y León.

En un resultado histórico, por los precedentes tan negativos de los socialistas en las décadas previas, la candidatura encabezada por Tudanca aventajó en 46.000 votos y seis procuradores al Partido Popular de Alfonso Fernández Mañueco y solo los pactos poselectorales impidieron un giro político en la comunidad autónoma.

Lo que sucedió entonces es que el PP convenció a Ciudadanos para sellar un pacto que otorgaba la mayoría a la derecha en las Cortes de Castilla y León. La cifra clave se situaba en 41 procuradores, los mismos que alcanzaba la suma de los 29 del Partido Popular y los 12 de la formación naranja. La formalización del acuerdo permitió a Mañueco acceder a la Presidencia y posibilitó que Francisco Igea se convirtiera en el vicepresidente de la Junta hasta finales del año 2021.

Ya en los comicios anticipados de febrero del año pasado, el PP de Mañueco volvió a ser el partido más votado, aunque notó poco la diferencia desde el punto de vista de su independencia para gobernar. La aritmética obligó a los populares a acordar un pacto de legislatura con Vox.

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