La UNED de Zamora analizará en un curso los 40 años de autonomía de Castilla y León

El sentimiento identitario, los equilibrios territoriales y el desarrollo de las competencias, entre los asuntos a debate

Luis Garrido

Luis Garrido

El Centro Asociado de la UNED en Zamora ha programado para el próximo mes de octubre un ciclo de conferencias sobre el cuadragésimo aniversario de la autonomía de Castilla y León. Un foro en el que se reflexionará y se debatirá acerca de asuntos tan relevantes como el sentimiento identitario, la organización territorial, los regionalismos indefinidos, las competencias adquiridas o la percepción ciudadana de la administración autonómica. Juan Andrés Blanco, director de la Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo, será el encargado de organizar este seminario que contará con la participación de expertos en la materia, como el profesor Aquiles Magide, que ha abordado esta temática desde diferentes ámbitos.

El curso “40 años de autonomía en Castilla y León” se desarrollará del 23 al 27 de octubre de este próximo ejercicio y estará estructurado en cuatro áreas diferenciadas. La primera de ellas, referente a la “difícil implantación de una identidad regional”, reflexionará sobre la gestación de la comunidad autónoma y su perfil de una o dos regiones. “Sobre esta autonomía existen todavía bastantes dudas en el ámbito territorial, relacionadas con si está o no cohesionado y por qué se ha dado este ámbito”, ha indicado Juan Andrés Blanco. “Es interesante, por ejemplo, recurrir a los que se han tenido que ir fuera; qué piensan los que se fueron a Argentina o a Cuba. Si lo hacemos, veremos que a menudo se sienten españoles y de su provincia, pero con una identidad regional que no sobresale”, ha expresado.

La segunda de las áreas tiene que ver con el desarrollo normativo de la propia comunidad autónoma. “Tenemos que analizar qué es lo que han hecho otros territorios y qué hemos hecho nosotros, cómo hemos desarrollado el ejercicio de nuestras competencias, qué no hemos hecho y qué hemos hecho de forma ineficaz”, ha indicado Blanco. Aquí entrará el análisis desde un punto de vista académico de la gestión de competencias fundamentales como es la sanidad, la educación, el medio ambiente o la economía, así como la percepción que tiene la ciudadanía de la administración autonómica.

El tercer ámbito de estudio versará sobre la organización de la autonomía y si ha sido o no un factor de reequilibrio provincial. ¿Ha servido la autonomía para que se produzca un desarrollo global de todas las provincias o ha habido un centralismo en Valladolid? Esa es una de las preguntas que Juan Andrés Blanco ha lanzado y que se responderá durante este curso. Como también se ahondará en los ejes de desarrollo del territorio, con el Valladolid-Palencia-Burgos claramente diferenciado y a la cabeza respecto al León-Zamora-Salamanca, por ejemplo.

Para finalizar, el curso analizará el horizonte de la autonomía de Castilla y León tanto en el mapa autonómico como en la organización europea de las regiones. “Hemos de ver cuál es el papel de Castilla y León, por ejemplo, respecto a su relación con Portugal o con otras comunidades autónomas limítrofes como Galicia, Asturias o Extremadura, así como con territorios antiguamente relacionados dentro de Castilla la Vieja como La Rioja o Cantabria”, ha añadido.

Juan Andrés Blanco ha señalado que el sentimiento regional de cohesión ha ido cambiando a lo largo de los años y en las diferentes provincias “todo el mundo sabe que, administrativamente, pertenece a Castilla y León se sienta cada uno como se sienta”. Otro asunto es la concepción de si pertenecer a Castilla y León “ha mejorado o no las condiciones de vida” de los propios ciudadanos, así como “una idea generalizada en Soria, en León y algo menos en Zamora de que el beneficio de la autonomía no ha sido equilibrado en todos los lugares”.

El profesor Aquiles Magide, por su parte, ha advertido de que existe un “incremento del sentimiento español superior al del castellano y leonés”. Una cuestión que aparece en las encuestas y también en la política del día a día. “Si viviéramos en un territorio donde existiera identidad, estaríamos en una posición de fuerza para nuestro propio desarrollo dentro del Estado, pero no es así; no podemos aguantar más con este debate, hay que cerrarlo ya para seguir adelante”, ha expresado.