La antigua minería a los ojos de un creador zamorano

Los entornos mineros a cielo abierto abandonados conforman unos de los temas de trabajo del creador zamorano Antonio Guerra. Esta temática ya vertebró su proyecto “Cielo abierto”, que pudo verse tiempo atrás en el Centro Niemeyer de Avilés, y ahora el artista contemporáneo, que prosigue ahondando en este ámbito, muestra parte de sus últimas propuestas en la exposición “Elevar la tierra, desaparecer” que puede contemplarse estos días en el Centro de Escultura de Candás Museo Antón.

La indagación artística de Antonio Guerra

La exposición la integran una serie de fotografías y esculturas creadas a partir de un análisis de entornos mineros abandonados que el artista recorre con minuciosidad para luego generar una obra. “Me interesa el impacto de la industria minera en el paisaje porque son lugares muy complejos para documentar a través de la imagen” por la cantidad de consecuencias que conlleva desde medioambientales, sociales o económicas, y también por la “transformación en la que están inmersas ahora estas zonas”, describe el zamorano que logró la 29 edición de la beca Antón, concedida por el Ayuntamiento de Carreño en colaboración con la Fundación EdP .

La dificultad de narrar aquello que ha percibido en estos espacios creados por el hombre mediante el uso de máquinas impulsa a Antonio Guerra a crear estrategias artísticas que desafían la mirada tradicional del paisaje e indagan en las relaciones entre tecnología y medioambiente. También recurre a la experimentación con la imagen-objeto que le permite “plantear reflexiones interdisciplinares a problemáticas actuales en torno a las transformaciones del territorio y a los procesos postextracción, temas que interactúan con la transitoriedad de las imágenes y sus procesos de materialización y desintegración”.

En este proyecto, el creador también ha trabajado con tintas y con residuos que ha recogido en sus visitas a las minas y que “al contacto con otros materiales han ido generando la obra”, describe.

El artista multidisciplinar ha captado las huellas del pasado en escombreras y balsas de diferentes explotaciones mineras, entre las que destacan Gran Corta de Fabero en León o bien Mina de Riotinto en la provincia de Huelva, las más presentes en la muestra en Asturias.

Además, en “Elevar la tierra, desaparecer” Antonio Guerra propone a través de esculturas, algunas hechas con madera junto negativos de fotografías tomadas en minerías o metacrilato y elementos informáticos, un nuevo imaginario de los paisajes mineros, analiza su transitoriedad y proyecta un futuro de rehabilitación y resignificación para esos territorios.

Trayectoria

En su hacer el artista Antonio Guerra Casquero reflexiona sobre la transformación del paisaje a partir de distintas aproximaciones a la fotografía.

En los últimos años ha investigado las posibilidades estéticas que brinda el espacio y los entornos naturales que pone en relación con el ser humano.

Guerra Casquero ha realizado exposiciones individuales en el Da2 de Salamanca, en la Sala Amárica de Vitoria sin olvidar su participación en muestras colectivas como la Bienal de Artistas del Mediterráneo de Ancona, en Italia, Encontros da imagen de Braga en Portugal.

También ha recibido becas del Musac, de la Casa Velázquez o de la Fundación Villalar, entre otras instituciones. El pasado año publicó su primer fotolibro, “La luz que nos ciega”, un proyecto donde apela al entorno natural de las zonas rurales de la España interior.