Las empresas zamoranas afrontan un “inestable” 2023 marcado por las presiones salariales

El Colegio de Economistas de Zamora vaticina un ejercicio de conflicto social y de “seria dificultad” ante el incremento de los tipos de interés

Manifestación el pasado Primero de Mayo en Zamora.

Manifestación el pasado Primero de Mayo en Zamora. / Jose Luis Fernández

Luis Garrido

Luis Garrido

El sector empresarial se enfrenta a un 2023 plagado de “incertidumbre e inestabilidad” debido a la importante presión salarial que se cierne sobre las patronales. Esa, al menos, es la previsión del Colegio de Economistas de Zamora, que vaticina un ejercicio cargado de conflictividad social que podría ralentizar el proceso de recuperación pospandemia que todavía debe seguir su curso. La subida de los tipos de interés y las dificultades para el acceso al crédito serán otra piedra en el camino que deberán sortear las sociedades de la provincia. Ahora bien, todos estos problemas se afrontarán desde el punto de vista de una “vitalidad mucho mejor de la esperada” en un escenario global de dificultades socioeconómicas.

El Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora ha tratado de adelantarse a los acontecimientos para ayudar a las empresas de la provincia a afrontar el 2023 con algún tipo de certeza. Su presidente, Juan Carlos de Margarida, ha advertido de un escenario complicado marcado por el alza de los tipos de interés y las reclamaciones de mejoras de los trabajadores. “La estructura empresarial de Zamora se sustenta principalmente en microempresas dificultando la innovación y la competitividad factores claves a la hora de posicionarse a nivel nacional e internacional”, ha señalado.

De Margarida ha puesto el foco en la tendencia alcista de los créditos como elemento a tener en cuenta para entender la delicadeza del momento. “Las empresas están paralizando sus inversiones debido a factores como la subida continuada de los tipos de interés y las dificultades para el acceso al crédito; ello, junto a las presiones salariales y la conflictividad social, hace que el sector empresarial zamorano afronte un año 2023 con mucha incertidumbre e inestabilidad”, ha comentado.

En lo que respecta a las exportaciones, desde el Colegio de Economistas de Zamora se ha concluido que “se están minorando debido al decrecimiento económico internacional, lo que trae aparejado una disminución de las ventas en un momento donde el incremento de costes fijos está provocando una minoración de los márgenes empresariales, llegando, en muchos casos, a tener pérdidas, aunque sigue produciéndose un superávit comercial que consolida el comercio exterior en el conjunto de la provincia de Zamora”.

El Observatorio Económico de Ecova ha analizado una serie de variables que han arrojado como conclusión un final de año “caracterizado por la duda”, donde todo apunta hacia la ralentización de la economía. Todo ello, sin visos claros de poder cambiar ese escenario durante todo el año 2023 y con un año 2024 en “claro estancamiento económico”.

El futuro del empleo será determinante para la salud del consumo

La salud económica de las familias zamoranas marcará la salud económica de las empresas de la provincia. Tan sencillo sobre el papel como complicado en la práctica, debido a la multitud de variables que entran en este juego. Juan Carlos de Margarida, presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora, ha defendido que “las decisiones del consumo están esperando una situación de mayor certidumbre”. De esta manera, “el comportamiento del empleo será determinante a la hora de que este consumo crezca o disminuya, puesto que es el verdadero motor económico”.

De Margarida, que ha vaticinado un “inestable” año 2023 para las empresas, ha valorado positivamente el punto de partida para el nuevo año. “Aunque nos encontramos ante un contexto socioeconómico delicado, la economía zamorana demuestra una vitalidad mejor de la que se esperaba al final de año”, ha expresado. “Las variables económicas positivas y negativas se encuentran de alguna forma compensadas, por lo que existe un debilitamiento menos intenso del que se preveía gracias a que el empleo se mantiene, aunque vaya perdiendo fuerza, existe confianza de familias y consumidores, y que junto con el superávit comercial existente anima a una calma ante un inicio de año de inestabilidad económica”, ha añadido.

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