Zamora mira a la producción eléctrica para exprimir el corredor de hidrógeno

Voces como la del exconsejero Vallvé apuntan a crear centrales de transformación y sacar rédito del paso del conducto por la provincia

Restos de la nonata central nuclear de Moral de Sayago.

Restos de la nonata central nuclear de Moral de Sayago. / Jose Luis Fernández

Luis Garrido

Luis Garrido

Desde que el Gobierno de España anunció el pasado mes de octubre su intención de ejecutar un corredor de energía verde entre la localidad portuguesa de Celorico da Beira y Zamora como parte de un proyecto europeo de transporte de hidrógeno verde, la pregunta a responder ha sido si la provincia se va a beneficiar de algún modo y cómo podría hacerlo. El territorio cuenta, en principio, con todos los elementos necesarios para la producción de este combustible limpio y sostenible, como son el sol y el aire. Y también formará parte de la mayor autopista para exportar este elemento químico hacia toda Europa. Lo que falta, por lo tanto, es un lugar de transformación. Una planta que convierta la materia prima natural en energía. Una industria, en definitiva, que pueda valerse de infraestructuras ya existentes de producción libre de contaminación para aprovechar el tirón del futuro gasoducto.

Muchos hoy apuntan de nuevo hacia Moral de Sayago. Un lugar enclavado en medio de los Saltos del Duero, con el terreno preparado de la nunca bien recibida central nuclear y que podría ser el sitio perfecto para establecer allí una planta transformadora. Así lo piensa el exconsejero de la Junta de Castilla y León, José Luis González Vallvé. En el año 2002, cuando ejercía responsabilidades en la administración autonómica, ya propuso utilizar esas explanadas para establecer allí una central térmica. Aquel proyecto nunca vio la luz, pero veinte años después mantiene la idea de que el emplazamiento es perfecto para localizar una industria que produzca electricidad, aunque sea después de dos intentonas fallidas.

El esqueleto de lo que fue la nonata central nuclear de Moral de Sayago todavía se puede visitar en las inmediaciones del salto de Villalcampo. A pesar de haber sido completamente desvalijada, en el lugar queda lo importante: un terreno preparado. “Al lado de la presa de Villalcampo se había hecho una gran explanación que quedó inservible tras frustrarse los planes de la central nuclear. En el año 2002, cuando se discutía el Plan Energético Nacional, yo propuse que se podría aprovechar la construcción para proyectar una central térmica, pero aún siendo menos contaminante siguió habiendo oposición”, recuerda Vallvé. “Por eso, ahora que estamos hablando de hidrógeno y que los Gobiernos han apostado por la energía verde, puede ser una gran oportunidad para construir una central de generación y aprovechar así el corredor”, apunta el zamorano.

El lugar es idóneo de acuerdo con los requisitos básicos de este tipo de infraestructuras, como así señala José Luis González Vallvé. “Tiene la excavación, tiene un acceso muy bueno a todas las conexiones eléctricas porque está situado en mitad de la red de presas, tiene al lado un río para el proceso de refrigeración y ahora va a tener también a mano el corredor que venga de Portugal”, detalla. No obstante, este hipotético proyecto tendría que presentarse por tercera vez ante el escrutinio de los ciudadanos. “Cuando hablamos de nuevas centrales de producción eléctrica siempre vamos a encontrar un problema de rechazo popular; pienso que ahora puede ser diferente, porque se trata de una energía más sostenible y ecológica, pero el éxito de un proyecto así dependerá de su aceptación pública”, ahonda.

El diputado del Partido Socialista por Zamora, Antidio Fagúndez, ya apuntaba en esta dirección cuando se anunció el proyecto hace un par de meses. “A partir de ahora vamos a ser una plataforma perfecta para que cualquier empresa se instale en nuestro territorio porque tendrá a su alcance todo lo que necesita”, decía. Una tesis compartida por el exconsejero, que defiende el interés en aprovechar la oportunidad en un momento clave. “Tanto España como Europa tienen déficit de producción de energía y la transición va a acelerar el proceso; desde un punto de vista estratégico, es prioritario contar con estaciones de transformación. Y, si el hidrógeno va a pasar por aquí, sería conveniente aprovechar la situación y plantear la construcción de una central”, afirma.

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