Sucesos en Zamora

Violencia machista en Zamora | Un hombre de 80 años, condenado por pegar una patada a su exesposa

El hombre, que es reincidente, pero vive ya en una residencia, no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima en un año

Manifestación del 25N en Zamora capital

Manifestación del 25N en Zamora capital / ANA BURRIEZA

La avanzada edad que tiene, 80 años, y el hecho de que esté viviendo en una residencia de ancianos de la capital ha librado a un maltratador zamorano de ingresar en la cárcel como condenado por lanzar una patada a su exmujer, quien ya le había denunciado en otra ocasión por violencia machista, quien fue condenado.

Lo que sí tendrá que cumplir es una orden de alejamiento y comunicación con la víctima durante un año y realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante 68 días, parte de la condena en la que incidió expresamente la titular del Juzgado de lo Penal cuando se dirigió al anciano: “tiene que cumplirlos”. Además, No podrá tener armas ni portarlas durante los próximos dos años y medio.

El hombre, de iniciales L.A.I., que compareció en la sala de vistas por viodeconferencia desde la residencia, admitió haber golpeado a su exesposa, a la que propinó una patada cuando estaban en la casa en la que convivían, de acuerdo con los hechos que se han dado por probados tras escuchar al ya condenado y reincidente.

Separación

La mujer se separó del hombre en marzo de este año, después de denunciar este nuevo episodio de violencia de género que ha terminado en una nueva condena, ya que no es la primera vez que el hombre ejercía maltrato sobre quien fue durante años su compañera.

La magistrada y la fiscala valoraron las circunstancias personales de la víctima, que ya no convive con su maltratador, y del acusado, quien puede ser controlado en la residencia de ancianos. Ambos hechos, garantizan que el varón no se aproxime a su excompañera sentimental y que no entre en contacto con ella a través de terceras personas ni por cualquier medio escrito, por teléfono u otro sistema.

Violencia psicológica

La violencia psicológica que otro acusado ejerció sobre su expareja ha terminado en una condena a 10 meses de cárcel y 3 años de alejamiento de la víctima y otros tantos de prohibición de comunicación por ningún medio. El imputado admitió haber tratado a quien fue su pareja con insultos como “puta, guarra” y otro tipo de expresiones que socavaron la autoestima de la mujer, hechos que admitió para evitar una pena mayor de prisión.

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