La lucha juvenil contra la despoblación en Zamora se extiende a todas las generaciones

Jóvenes CyL cambia de nombre para pasar a Acción Castilla y León, con el objetivo de sumar fuerzas “independientemente de la edad”

Parte de los miembros de la asociación, durante un acto. |

Parte de los miembros de la asociación, durante un acto. | / Cedida

La lucha de Jóvenes CyL contra la despoblación dejará de estar acotada a las generaciones más jóvenes y se extenderá a todas las edades para “aunar esfuerzos y energías”. La asociación creada en octubre de 2019 por un grupo de chicos y chicas de la comunidad residentes en Madrid ha completado recientemente su evolución para pasar a ser un colectivo reivindicativo sin más requisitos para participar que el deseo de cambiar una realidad de deterioro demográfico y permanente crisis social y económica en el territorio.

Ese fin ha movilizado en los últimos años a un buen puñado de jóvenes zamoranos, entre ellos Saúl Furones, que reside en Irlanda, pero que mantiene el arraigo con Benavente y con toda la provincia que le vio nacer: “Con esto queremos llegar a más sitios”, explicó a este medio el miembro de Acción Castilla y León. El objetivo sigue siendo el mismo: luchar contra la decadencia de la comunidad autónoma. Pero el foco se amplía desde la óptica de que “acabar con la falta de oportunidades es cosa de todos”.

“Siempre ha faltado cierto grado de implicación y de autoestima”

Algunas personas habían demandado ese cambio para abrir más las puertas de una asociación que ha venido denunciando, en distintos foros, la situación que atraviesa Castilla y León. Las sedes parlamentarias han sido uno de esos espacios abiertos a este colectivo que entiende que en lugares como Zamora “siempre ha faltado cierto grado de implicación y de autoestima”, como lamenta Furones: “Creemos que no nos merecemos más, que no hay solución y que estamos abocados a la desaparición”, añadió el activista contra la despoblación.

Para el joven benaventano, “esto no es así”. “Merecemos más y tenemos que luchar por ello, pero hace falta cierta convicción”, resumió. En esa tarea, la batalla calle a calle y pueblo a pueblo se mantendrá como eje de la actividad de Acción Castilla y León, aunque sin renunciar a la participación institucional siempre que se abra la puerta de la Administración: “Como Jóvenes CyL, hemos hecho propuestas, nos hemos reunido con personas de todos los signos políticos, hemos participado en foros y hemos sentido el respeto de la gente. Lo seguiremos haciendo”, confirmó Saúl Furones.

En lo concerniente a Zamora, el miembro del colectivo aseguró que en Acción Castilla y León existe un “grupo nutrido de gente que trabaja desde la provincia”, aunque aceptó que sería conveniente profundizar en la inmersión en determinadas comarcas: “Nos falta penetrar en algunas zonas para que no se nos escape nada de ninguna de las esquinas del territorio”, reconoció el benaventano.

La idea de todos los miembros es que el cambio de nombre sirva para aglutinar fuerzas sin que se pierda la esencia del grupo: “El elemento juvenil no lo vamos a perder. Los que seguimos no vamos a dejar esa agenda. Lo de la denominación ha sido algo consensuado y bastante meditado, no una cosa que se nos haya ocurrido de repente, así que esperamos que vaya bien”, zanjó Furones.

Los miembros del colectivo rechazan la entrada en política

En los últimos tiempos, el desembarco en la política ha sido el destino de algunos proyectos que nacieron como movimientos sociales en las zonas despobladas. El ejemplo paradigmático es el de Teruel Existe, que trasladó el descontento de la calle a las urnas y que logró colarse en las instituciones nacionales a pesar de los pocos representantes que se ponen en juego en la circunscripción de la provincia aragonesa.

Sin embargo, Acción Castilla y León no contempla la entrada en política: “Se puede trabajar desde fuera, con propuestas, exigencias y demanda de alternativas; no hace falta presentarse a las elecciones”, argumentó el zamorano Saúl Furones, que opina que “se puede hacer presión sin pasar por las urnas”, más allá de que todos estos movimientos sociales signifiquen, de algún modo, hacer política desde la calle.

En cuanto al sentimiento de comunidad dentro del grupo y la convivencia con las sensibilidades leonesistas y provincialistas que son muy comunes entre las personas que se movilizan por el territorio, el representante de Acción Castilla y León aseguró que “no es un problema como tal querer luchar solo por la provincia”. De hecho, Furones indicó que, desde el colectivo, se ofrecen también soluciones específicas: “No ha supuesto un conflicto hasta ahora”, insistió el activista contra la despoblación antes de dejar patente su punto de vista personal: “La falta de oportunidades y la dejadez son problemas que la comunidad padece de forma global”, concluyó.

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