El primer trazado del corredor verde apunta a la entrada en Zamora por Aliste

Los gobiernos quieren alejar el tubo del Alto Duero Vinatero, el parque de Arribes y el de Duero Internacional, lo que obliga a dar un rodeo

Mapa trazado por los gobiernos de España y Portugal para desplegar el corredor verde entre Celorico da Beira y Zamora.

Mapa trazado por los gobiernos de España y Portugal para desplegar el corredor verde entre Celorico da Beira y Zamora. / Proyecto H2Med

Luis Garrido

Luis Garrido

Los primeros informes realizados de cara a la ejecución del corredor verde de energía entre Celorico da Beira y Zamora apuntan a la entrada del tubo en territorio español por la comarca de Aliste. Los gobiernos de España y de Portugal trabajan con una ruta que supondría llevar la infraestructura hasta la localidad lusa de Vale de Frades para cruzar desde allí hacia Alcañices y comenzar a descender geográficamente hasta las afueras de la capital. Este trayecto, que no es el más corto ni el más recto, sí es el único que respeta el importante patrimonio ambiental de la zona, especialmente en lo tocante al país vecino. Se pretende evitar a toda costa una actuación que pueda generar daños en la región del Alto Duero Vinatero, declarado Paisaje Natural por la Unesco desde el año 2001. Una protección que se extendería también a los parques de Arribes del Duero y de Duero Internacional.

El borrador con el que trabajan los gobiernos hispanolusos recoge así la recomendación lanzada en el año 2018 por la Agencia Portuguesa del Medio Ambiente y que significó la paralización total de este proyecto, que por aquel entonces ya estaba declarado de interés prioritario para la Unión Europea. El documento fue tajante contra los planes del gasoducto: al menos 35 kilómetros del Alto Duero Vinatero se verían completamente afectados por el trazado y el daño podría ser “irreversible” para la zona. Con la declaración de impacto ambiental desfavorable, el proyecto fue metido en un cajón hasta su recuperación el pasado mes de octubre por parte de Portugal, España y Francia.

Ahora, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha dado las primeras pistas sobre el posible trazado que seguirá el corredor verde. El gasoducto partirá desde Celorico da Beira y dejará a su izquierda el Alto Duero Vinatero y a su derecha los parques naturales de Arribes y Douro Internacional, de manera que se minimiza así el impacto en zonas de protección. La tubería deberá llegar, en principio, hasta el municipio de Vale de Frades, en la comarca brigantina, al lado de Vimioso. Desde ahí habrá de cruzar a territorio español en el entorno de Alcañices y descender, como si siguiera la carretera N-122, hasta las afueras de la capital.

Los nuevos estándares que rigen ahora el diseño de cualquier proyecto de este tenor impiden la ejecución de daño medioambiental, por lo que todo apunta a que el tubo buscará un recorrido con el mínimo impacto para la naturaleza. Esto significará que no se opta por el camino más corto, ni por el más recto. Al contrario. Si la distancia entre Celorico da Beira y Zamora asciende a poco más de 200 kilómetros, el proyecto plantea que el corredor verde tendrá una longitud de 248 kilómetros para salvar el espacio que divide ambas ciudades, cuidando así del patrimonio verde hispanoluso.

La ministra Ribera alaba la importancia del proyecto para España

La vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha defendido que la ejecución del corredor verde H2Med en sus tramos de Celorico da Beira a Zamora y de Barcelona a Marsella supondrá convertir a la Península Ibérica en el puerto de salida del hidrógeno renovable desde España hacia Europa. Así lo ha defendido en una entrevista en el diario Ara recogida por Europa Press, donde ha razonado que, si el hidrógeno da el salto cualitativo que de él se espera, se necesitarán “muchos más profesionales, mucho más variados y mucha más producción industrial”. De acuerdo con las palabras de la dirigente, el gran error de Europa es “la adicción a los combustibles fósiles baratos”; ha asegurado que hoy se están dando cuenta de que el impacto económico y social es tan grande que la receta más importante es buscar cómo romper esta dependencia”.

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