Las incorporaciones al mercado laboral solo cubrirán la mitad de las jubilaciones en Zamora

Los 6.800 veinteañeros zamoranos que comenzarán a trabajar en este lustro están lejos de las 13.400 personas que están próximas al retiro

Un trabajador, en una empresa de Zamora. |

Un trabajador, en una empresa de Zamora. | / Jose Luis Fernández

El problema demográfico de Zamora tiene implicaciones también en el mercado laboral. El envejecimiento de la población y el descenso en picado de la natalidad sitúan a la provincia ante una tesitura compleja que causará problemas de forma inminente. Las generaciones con más efectivos se acercan precipitadamente a la jubilación y las nuevas hornadas carecen del volumen suficiente para cubrir los huecos que dejarán los mayores después del retiro laboral.

La horquilla de 60 a 64 años

Las cifras aquí son tozudas: según los datos del avance del censo, publicados el pasado 30 de noviembre, en Zamora hay 13.372 personas en la horquilla de 60 a 64 años. Aunque no se puede precisar de forma exacta, el grueso de este grupo irá abandonando el mercado laboral de forma progresiva en el próximo lustro, si es que no lo ha hecho ya de manera prematura.

Mientras tanto, si se toma como referencia que la edad media para la incorporación al mercado laboral es de 23 años, se puede concluir que, quienes esperan para acceder a los puestos de trabajo, son muchos menos que quienes aguardan el retiro. En concreto, Zamora tiene censadas a 6.809 personas entre los 21 y los 25, por lo que se puede señalar que quienes entran apenas son la mitad de los que salen.

La tendencia provocará un incremento de la brecha existente en una provincia que tiene un volumen de jubilados elevadísimo para su población. En estos momentos, 52.643 personas superan esa cifra marcada habitualmente como frontera de la vida laboral. Ese amplio grupo constituye más del 30% del número total de vecinos.

Una tendencia a empeorar

La previsión es que esa proporción de jubilados se incremente en base al aumento de la esperanza de vida, al descenso continuado de la natalidad, al retorno de personas mayores que vuelven a su tierra de origen tras pasar el grueso de su etapa laboral en otras zonas y a la marcha de los jóvenes.

En esa línea, hay otros datos del censo que resultan difíciles de digerir para Zamora, que ve cómo, en estos momentos, hay más de 16.000 personas en edad de trabajar y nacidas en la provincia que residen en Madrid. Un volumen similar está repartido por otros territorios de Castilla y León, mientras que 5.000 zamoranos de entre 16 y 64 años residen en el País Vasco y otros 2.000 lo hacen en Galicia.

Como dato para la esperanza aparece la llegada de extranjeros que tienden a rejuvenecer sus lugares de destino. En Zamora, la mayoría se concentra en la franja de edad de 25 a 50 años.

Las nuevas generaciones con cada vez menos numerosas

Los problemas relacionados con un mayor número de jubilaciones que de incorporaciones al mercado laboral no terminará durante los próximos años. De hecho, nada más lejos. La tendencia se intensificará desde una realidad que señala que las nuevas generaciones son cada vez menos numerosas. Ocurre en todo el país en general, pero de manera más acusada en lugares como Zamora, donde pronto cada nacimiento será motivo de festejo fuera de los límites familiares. No en vano, en cada uno de los últimos seis años, ya han nacido menos de mil personas en Zamora. Actualmente, la provincia acoge solamente a 781 bebés con menos de un año de vida. Se trata de generaciones cuyo tamaño se sitúa en torno a la mitad que las de los nacidos a comienzos de este siglo, lo que refleja claramente qué rumbo lleva el territorio.

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