Una causa de fuerza mayor ha obligado a Juan Carlos Girauta a tener de suspender su visita a Zamora este jueves 24 de noviembre. El periodista y escritor se ha contagiado de COVID, por lo que debe guardar reposo y permanecer en su domicilio durante unos días hasta su completa recuperación.

Aun así, el periodista ya ha concretado una nueva fecha para participar en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, donde presentará su último libro, titulado “Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos”, en el que, a través de sus páginas, analiza la “involución” de las nuevas generaciones. Será el próximo viernes, 2 de diciembre, a las 19.30 horas, en el paraninfo del Colegio Universitario y acompañado por Marcos de Quinto. Justo un día antes, el 1 de diciembre, el protagonista del foro del periódico será Paco Cañamero.

Manipulación sentimental e ideológica

En su último trabajo, Girauta alerta contra las actuales formas de manipulación sentimental e ideológica y, de paso, explica al lector “cómo la izquierda se ha hecho con la hegemonía cultural. Entenderlo exige una aproximación al posmarxismo. En concreto, al enlazamiento de causas o luchas aparentemente independientes. ¿Por qué la derecha no ha impuesto ni una sola causa propia en las últimas décadas? ¿Por qué va a rastras en materia de valores? ¿Por qué siempre acaba interiorizando premisas a las que en un principio se resiste? Existe una razón principal: se ha desentendido de la guerra cultural y no cree en el poder del discurso. En ese sentido, la derecha es infinitamente más materialista que la nueva izquierda”, razona en su último libro.

Marcos de Quinto acompañará a Juan Carlos Girauta JUAN CARLOS CAVAL

En sus páginas también deja claro que es “guerra cultural” que defiende no persigue que la hegemonía pase a la derecha. Su objetivo principal es que “se preserven los principios fundacionales de la democracia liberal, paulatinamente desvirtuados: igualdad, libertad de expresión, carga de la prueba o respeto a la esfera privada”, pone como ejemplos.

Convertida en generadora permanente de antagonismo, “la izquierda democrática ha mutado su naturaleza. Esta transformación, sumada a la insensata renuncia al imaginario de conservadores y liberales, explica el regreso de la censura, la cancelación cultural, el neopuritanismo, la coacción ambiental y la infantilización de la sociedad”, considera el autor.