El archivero e historiador del Archivo Municipal de Zamora, Alberto Martín, señaló que para Ruth M. Anderson el auto de Villalcampo “fue uno de los pasajes más emocionante de su carrera”.

El comisario de la muestra “En el viejo mundo”, que reúne, en el Museo Etnográfico de Castilla y León, una interesante selección de fotografías que la norteamericana efectuó en abril de 1926 en la provincia de Zamora por encargo de la Hispanic Society of America, acercó el martes al periplo de esta mujer.

La expedición contaba con un plan diseñado con Huntington (el fundador de la Hispanic) y ella se documentó “consultando libros de hay en su biblioteca como de Fernández Duro o Ursicino Álvarez, mapas y fotografías de Zamora hechas por Laurent o Clifford. Cuando vino conocía la Catedral”, explica Martín.

El historiador ahonda que “ella sigue lo marcado, pero tiene mucha intuición” para inmortalizar aquello que le habían encargado las industrias primarias desde la ganadería o la alfarería, el mundo de las creencias y las celebraciones y la indumentaria en su vertiente tanto civil como militar.

Entre las imágenes por iniciativa figuran “el tentadero de Villaveza del que le hablan los vecinos” y el auto de Villalcampo” del que tuvo conocimiento porque un hombre de esa localidad le habló de él cuando estaba fotografiando la Semana Santa de Zamora. Anderson, que “era estricta en su trabajo, sabía ganarse a la gente como prueba el trabajo tan extraordinario que hizo”, ya que a la hora de fotografiar un telar “lo convierte en un bodegón”.