Un atentado de ETA el 10 de noviembre de 1995 le arrancó sus extremidades inferiores tras estallarle una bomba lapa adherida a su coche, segundos después de dejar en un colegio de Salamanca a su hija de diez años. El comandante Juan José Aliste, zamorano, era entonces capitán de Infantería del Ejército y hoy se cumplen 27 años del atentado terrorista que cambió su vida y la de su familia para siempre.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, de la que era presidente cuando falleció de manera repentina en junio de 2020, recuerda esa efeméride "para mantener la memoria y luchar contra el olvido".
Reconocimientos
Aunque desarrolló la mayor parte de su vida en Salamanca, Aliste nació en un pueblo de Zamora (Rivas de Aliste) en 1955. Tras su muerte, la Junta reconoció su sólido legado en defensa de la libertad.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ahondó en su figura durante la entrega de la medalla a la defensa y atención a las víctimas del terrorismo de la comunidad a título póstumo. Dijo de él que "fue uno de los mayores fracasos del terrorismo etarra” ya que "al querer matarle hicieron de él un símbolo que, con su sola presencia, denunciaba la sinrazón de los criminales". Es incontestable que el zamorano llevó a cabo, sin estridencias, un infatigable trabajo en defensa de la dignidad y la memoria de todas las víctimas del terrorismo.
"Zamorano del mes"
Recibió también la distinción de "Zamorano del mes" por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en 1997:
