La Opinión de Zamora

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La hostelería de Zamora se asoma al abismo “por los problemas para asumir los costes”

Azehos se suma a la apagón simbólico de cinco minutos organizado en España para denunciar el daño causado por el precio de la energía

Varios establecimientos cerrados a la hora del apagón en el centro de la ciudad. | Jose Luis Fernández

La hostelería zamorana se encuentra al borde del abismo “por los problemas para asumir los costes” derivados del encarecimiento de la energía. Esa es la percepción de Óscar Somoza, el presidente del colectivo Azehos, que representa al sector en la provincia. La asociación se sumó este martes al apagón simbólico de cinco minutos convocado a nivel nacional para visibilizar los problemas de los bares y los restaurantes para hacer frente a unos gastos “desproporcionados”.

Una farmacia, durante el apagón de cinco minutos. | Jose Luis Fernández

El seguimiento de la protesta en Zamora resultó desigual y difícil de apreciar en algunos casos, pues muchos establecimientos se encontraban cerrados a la hora a la que se propuso el parón y otros decidieron mantener la luz prendida para evitar una huida de la clientela. Aún así, Somoza reveló que la percepción del colectivo dibuja un escenario complejo por “la altísima dependencia de la energía en el sector”. “Nosotros no podemos tener las cámaras apagadas ni las habitaciones sin calefactar”, recordó el presidente de Azehos.

Después del COVID

El incremento de esas facturas está resultando muy lesivo para unos negocios que se han topado de frente con esta realidad cuando empezaban a asomar la cabeza tras los cierres forzados meses atrás por la pandemia. De ahí que los colectivos como Azehos busquen fórmulas para llamar la atención de las administraciones y traten de impulsar reivindicaciones para que se les tenga en cuenta: “Queremos que hagan algo, que pongan topes a los precios o que tomen otras medidas para ayudar a los negocios”, reclamó Óscar Somoza.

El temor del representante de los hosteleros zamoranos es que algunas empresas del sector se vean obligadas a cerrar por culpa de las facturas de luz y de gas. El comunicado emitido a nivel nacional habló de “ruina para los negocios”, mientras que Somoza se sumó a esa advertencia al apuntar que, para muchos, puede dejar de ser rentable abrir el local: “Se van a producir problemas serios por esto, y ya estamos viendo cómo la cuestión salpica toda España de ejemplos concretos”, concluyó el presidente de la asociación.

Las panaderías también denunciaron su situación hace días

La Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (Ceopan) protestó de igual modo a finales de octubre por el incremento de los precios. Lo hizo con un apagón de quince minutos por el alza de los costes de producción, especialmente los energéticos, que están provocando “el cierre progresivo de empresas y que pueblos pequeños se estén quedando sin pan”. La patronal de panaderías explicó que el objetivo de este apagón era que el Gobierno y la sociedad recordaran que el sector “es esencial y es intensivo en consumo energético”, por lo que pidieron el mismo respeto y apoyo para las empresas que el que se les proporciona a las grandes industrias.

Así, Ceopan demandó con esta iniciativa colocar al sector artesano y tradicional en valor, conseguir que se considere esencial a todos los efectos y su inclusión en la relación de los sectores intensivos en consumo energético. Eso, desde la base de que se trata de un alimento básico en la dieta y saludable, así como un producto sostenible, de proximidad y ligado al territorio. Lo cierto es que las demandas de los panaderos también llevan meses teniendo eco a nivel provincial.

Desde el inicio de la guerra de Ucrania, los problemas por el encarecimiento están obligando a subidas progresivas que repercuten en el cliente y que, aún así, no alcanzan a compensar la merma de ganancias para el negocio. La gasolina también influye aquí, pues muchas empresas se dedican a repartir por distintos puntos del territorio.

El comercio se suma a la reivindicación

Aunque la movilización de este martes estaba prevista únicamente para la hostelería, Azehos decidió trasladarle a los comerciantes de la provincia la iniciativa para invitarles a participar en el apagón simbólico de cinco minutos previsto para visibilizar los problemas de los negocios ante el incremento de los precios de la energía. El colectivo Azeco quiso recoger el guante y les comunicó esta posibilidad a sus asociados con el fin de dejar patente que todas las tiendas sufren también los daños derivados de un alza de los precios a causa de la guerra de Ucrania que está condicionando la vida de muchas familias.

Desde esa perspectiva, el secretario de Azeco, Ángel Hernández, confirmó que había informado a los comercios zamoranos de la incorporación del colectivo a este apagón simbólico que también tuvo un seguimiento desigual. En este caso, justificado por la premura, y es que el aviso de los hosteleros se produjo ayer mismo por la mañana. En todo caso, el gesto de apoyo a la iniciativa tiene que ver con el hecho de que el encarecimiento de la energía “afecta igual” a los comercios que a los bares, según constató Hernández, que apeló además a la solidaridad para respaldar las movilizaciones en defensa de los negocios. “Cuando se emprende una acción, tenemos que estar ahí”, zanjó.

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