La Opinión de Zamora

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Caso de la sal | Juicio en la Audiencia por casos de corrupción y fraude a Fomento

Caso de la Sal | Hacienda advirtió del fraude a la UTE " y lo investigamos, pero no vimos nada”

El representante de San Gregorio destacó que el ingeniero jefe de Fomento, condenado ya, “nos felicitó por la sal y el servicio”

El chatarrero durante el interrogatorio de ayer en la vista oral de la Audiencia. José Luis Fernández

La Agencia Tributaria abrió el camino a la investigación judicial de delitos de corrupción en la conservación y mantenimiento de carreteras por parte de la UTE Rionegro (Copcisa-San Gregorio) en Sanbria-La Carballeda y de funcionarios del Ministerio de Fomento que habrían distraído en su favor de hasta en hasta 290.721,13 euros con el suministro de 32 toneladas de fundente.

Este denominado caso de la sal que juzga la Audiencia de Zamora mantiene a dos acusados en el banquillo, a un vigilante de Fomento, de iniciales P.F.N., al que la Fiscalía de Zamora pide 2 años de prisión por apropiación indebida o 4 por malversación de caudales púbicos; y al propietario de la empresa Transportes Castellanos Edype, D.H.M., que servía el fundente, para el que exige 6 años por estafa.

El transportista cobraba 57 euros por tonelada a la UTE, a la que “el Ministerio nos pagaba 38 euros”, apuntó el representante de Copcisa-San Gregorio, Emiliano Alonso, que declaró ayer como testigo en la vista oral. Dijo desconocer que obtenía la sal con restos de pescado en secaderos de bacalao de Portugal bien regalado, bien comprado a un precio muy bajo, como reconoció el dueño de Edype el primer día del juicio.

El representante de San Gregorio en la UTE prestó declaración como testigo.| Jose Luis Fernández

“La Agencia Tributaria nos decía que la habíamos engañando, pero no sabíamos nada”, sostuvo Alonso para declarar que “abrimos una investigación porque nos quedó la duda de cómo podían engañarnos así y no vimos nada. Yo no estaba allí”, manifestó el representante de la empresa zamorana en la UTE, testigo de la Fiscalía Provincial.

Esas sospechas no confirmadas, sin embargo, deciden a la empresa a “cortar el suministro” con Edype y despedir al que era su jefe de conservación y explotación y “máximo responsable” de la misma, E.J.R.G., porque el trabajador “figuraba como administrador único de esa sociedad”, respondió ayer este integrante del comité de gerencia de la adjudicataria Rionegro.

El jefe de conservación crea Edype “con dos primos”, apuntó Alonso, uno de ellos D.H.M., que terminó siendo el titular de la sociedad; al trabajador de Rionegro P.O.A., condenado a 6 meses de prisión, y el pago de 35.000 euros, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía la misma mañana que comenzaba el juicio, al igual que otros cuatro imputados más.

Emiliano Alonso justificó, a preguntas de la fiscala, que “ante las dudas” se toman esas dos medidas, ya que la auxiliar administrativa de la UTE “nos dijo que podían estar engañándonos”, trabajadora que declaró el segundo día del juicio que había albaranes duplicados y facturas engordadas de sal, de los que “no vimos nada” en la investigación, subrayó el alto cargo de San Gregorio. “Eran otros los que gestionaban el contrato, Copcysa”, añadió. El representante de esta empresa, B.M.C., ratificó la versión de Alonso.

El extrabajador de Reionegro E.J.R.G. reconoce haber delinquido, lo que le ha servido para ver reducida su condena en 4 años y 3 meses de prisión por estafa, fraude, cohecho y apropiación indebida; además de la inhabilitación para empleo o cargo público por 6 años; y la suspensión de empleo y sueldo por un año. La indemnización que recogerá para este imputado la sentencia de las tres magistradas, nombradas ex profeso para este juicio, es de 45.000 euros con la venta de sal. La UTE es responsable civil subsidiaria del abono de esa cantidad al Ministerio en caso de su exjefe de conservación y explotación no lo haga.

Con el final de la campaña invernal próxima, “se cortó el contrato”, San Gregorio dejó la UTE en enero de 2008. Alonso agregó que no conocía los detalles del desfase entre toneladas compradas por Edype y servidas a Fomento, a través de la UTE. “Yo no tenía la gerencia de esa contrata, no llevaba el control, solo firmaba las órdenes de pago al final”.

El conocido ejecutivo zamorano ya jubilado destacó el buen servicio prestado, "capaces de permanecer 48 horas trabajando de forma ininterrumpida” en días de nevadas fuertes y negó que hubiera muchas máquinas quitanieves antiguas, “un par de ellas”.

La Felicitación del ingeniero jefe, otro imputado

Para dejar constancia de esa diligencia mencionó que el Ministerio "nos felicitó" por el desempeño del trabajo. Cuando la fiscala pidió que concretara qué funcionario, dijo: “el ingeniero jefe” de la Unidad de Carreteras, R.T.R. “estaba contento con el jefe de conservación de la UTE. En ese momento, no teníamos nada” para despedir a E.J.R.G., “había una relación importante” con Fomento.

El funcionario R.T.R., que debía velar por los intereses del Estado, es otro de imputado al que se le condena a 5 años y 9 meses de prisión por prevaricación, estafa, fraude a Fomento; y cohecho. La Audiencia le impondrá, además. la inhabilitación para desempeñar empleo o cargo público durante 2 años; y a un año de suspensión de empleo y sueldo. Como responsabilidad civil, deberá entregar al Ministerio 100.000 euros por los beneficios que admitió haber obtenido con su conducta delictiva.

R.T.R. que fue trasladado de Zamora, tiene pendiente otro juicio, pieza separada del caso de la sal, por la construcción de su chalé de Roales, valorado en más de 400.000 euros y que la Fiscalía sostiene que se lo obtuvo a cambio de un trato de favor a un empresario.

El chatarrero confirma que compró biondas a la adjudicataria

El chatarrero de La Bañeza confirmó al ser interrogado ante las magistradas que conforman el Tribunal que la empresa adjudicataria de la red estatal de carreteras Rionegro contactó con su empresa para vender biondas, y que sabía que el dinero se destinaba a meriendas.

La UTE utilizó en la primera operación de venta a un intermediario que también declaró como testigo para indicar que la remitió al empresario de La Bañeza. Indicó que se realizaron, que él supiera, en las que intermedió, “un par de viajes a Padornelo”, a las inmediaciones del centro de control de carreteras, para recoger biondas y chatarra, y que también se llevaron “un camión abandonado en Requejo”.

Este testigo de la Fiscalía confirmó que el dinero que les entregaban a los empleados de l UTE por la chatarra se empleaba en meriendas, “eso me dijeron”. Este testigo aclaró a preguntas del abogado del vigilante del Ministerio que está siendo juzgado que "nadie de Fomento habló conmigo”.

El juicio prosigue hoy con nuevas declaraciones de testigos y concluirá el día 15 de noviembre con las conclusiones de Fiscalía y Abogado del Estado y los dos abogados de la defensa.

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