“Las biondas eran del Estado no de la UTE Rionegro”, las de las carreteras de Sanabria-La Carballeda que se retiraban “las teníamos que llevar donde nos dijera el Ministerio”, declaró el jefe de la empresa Ceinsa, contratada para reponer quitamiedos, en el juicio del caso de la sal que celebra la Audiencia de Zamora. El testigo -que se refirió al pliego de condiciones que recoge que hay que dejarlas en el almacén del Ministerio- precisó que “siempre que se elimina cualquier cosa de la vía pública es del Ministerio, no te lo puedes quedar”.
Es decir, la UTE no podía vender esa chatarra en beneficio propio ni tampoco de sus trabajadores para “celebrar meriendas” y repartirse las ganancias, como sostiene la Fiscalía Provincial que se hizo, incumpliendo la Ley, con biondas de la A-52 y de la N-VI, lo que reportó más de 100.000 euros de beneficios. Esta práctica ha sido reconocida al inicio del juicio por algunos de los imputados, que admitieron los hechos y están ya condenas a cárcel de entre seis meses a 2 años, a 6 de inhabilitación y a suspensión de empleo y sueldo, según el grado de implicación.
La declaración del jefe de Ceinsa contradice lo argumentado por directivos de la UTE Rionegro, conformada por Copcisa-San Gregorio, y de la defensa del vigilante de Fomento contra quien continúa el juicio por apropiación indebida o malversación de caudales públicos, delitos por los que la fiscala pide 2 años de cárcel o 4 años en función del delito que considere probado la Audiencia, si finalmente encuentra culpable al funcionario, de iniciales P.N.F., con 45 años de antigüedad en Fomento.
El jefe de Ceinsa explicó que “en Puebla apilaban los postes de sujeción y los dejaban donde nos indicaba el vigilante del Ministerio de Fomento para que los recogieran los trabajadores de la UTE”, y lo hacían “cerca del centro de conservación” de la zona. Siempre seguían las indicaciones del funcionario, precisó a preguntas del abogado de P.N.F., para concretar que este acusado era uno de los que daba órdenes.
En ese mismo sentido, testificaron trabajadores de la UTE para precisar que los quitamiedos retirados “se dejaban en los túneles de Padornelo, el chatarrero iba y se los llevaba”, alguno dijo no recordar si estaban o no en buen estado.
El vigilante del centro de túneles de Padornelo de la UTE recibió “órdenes de un encargado de grabar a los camiones que venían a por las biondas a través de la ventana, no sé por qué”.
Otro vigilante de Copcisa y San Gregorio aseguró que en 2009 presenció que “se almacenaban biondas en buen estado, en Puebla, y cuatro o cinco veces vi que las recogían del túnel”; “las que se quitaban dañadas iban en la parte derecha de la nave, las recogía un camión de chatarra”. Se trataría de la chatarrería de La Bañeza, según testimonio de algunos procesados. También “vio un camión que se las llevaba que pudo ser de la UTE”.
Este testigo agregó que “la reposición de quitamiedos en mal estado la hacía la UTE, ninguna empresa externa”. Y “los vigilantes de la adjudicataria" del mantenimiento de carreteras "decidían si era preciso reponer o no las biondas".
El jefe de Ceinsa concluyó que no recuerda si había orden de acopio del Ministerio, ni si lo establecía el contrato o si había partida presupuestaria para eso “porque no soy técnico de estudios”. De lo que sí dijo estar “completamente seguro es de que todo el material que se retira de las carreteras es del Estado”, reiteró. Del mismo modo, aclaró que las biondas que se retiraban “se comprobaba si podían reutilizarse” provisionalmente tras algún accidente.
Viajes a Madrid a por azulejos a Madrid, obras particulares y GPS con fallos
Empleados de la UTE Rionegro realizaron trabajos como “desbrozar un monte” o “trabajos de fontanería en un piso” o relacionados con la instalación de “una bomba para sacar agua de en un chalé”, al parecer, propiedad del ingeniero jefe de la Unidad de Carreteras, R.T.R., condenado ya por delitos de corrupción.
Entre esas tareas que nada tenían que ver con el mantenimiento y conservación de carreteras enumeraron los trabajadores “viajes a Madrid con un camión de la UTE a por cargar azulejos”; y el “mantenimiento de la caldera” de la vivienda del que era jefe de conservación y explotación de Fomento, E.J.R.G., otro de los condenados en este caso de fraude a Fomento. Todos estos trabajos fueron llevados a cabo durante la jornada laboral.
Asimismo, los trabajadores de Copcisa y San Gregorio colocaron suelo radiante y parqué en los vestuarios de las instalaciones de la UTE en horario laboral y “porque me mandaron los jefes. Íbamos , lo hacíamos y ya”, declaró uno de los testigos.
Los GPS de los camiones
Otra de las cuestiones que se abordó fue si los camiones llevaban GPS para estar localizados y controlar sus trayectos y algunos empleados de la UTE indicaron que "algunos no porque eran viejos".
La sal de pescado
Respecto de si la sal fundente de la empresa Edype contenía restos de pescados, algunos testigos declararon que tenía “escamas, se veía todo el pescado y atascaba los quitanieves”.
Otro de los empleados interrogados manifestó no haber visto problemas en la sal, aunque “unas veces venía más limpia y otras no”.
