Casi medio millón de vehículos circulan por las ciudades de Castilla y León obligadas a tener una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en 2023. De ellos, más de 175.000 coches verán comprometida su circulación al no disponer de etiqueta, según datos de Sumauto, especialista en portales verticales de automoción que integra a Autocasión, AutoScout24, Unoauto y RentingCoches. En Zamora se estima que casi cuatro de cada diez coches se quedarán fuera de poder circular por la zona de bajas emisiones.
Con el objetivo de cumplir la Ley de Cambio Climático, esta normativa entrará en vigor el próximo año en nueve ciudades de la comunidad, Ponferrada y todas las capitales de provincia menos Soria y afectará a unos 60.000 habitantes de Zamora un tercio de la población provincial, y un millón de personas o, lo que es lo mismo, el 44% de la población de Castilla y León.
A partir de ahora, se abre un escenario de coches “inmovilizados” que, mientras no haya planes que incentiven el achatarramiento, se quedarán aparcados ocupando espacio en la ciudad, ya que, aunque no tengan etiquetas ambientales, sí podrán seguir obteniendo la tarjeta de residente para aparcar en zona verde. Otra opción es que sus propietarios decidan sacarlos a la venta, ya que son vehículos atractivos para zonas rurales o pequeñas poblaciones; o bien abrir mercado en el extranjero para su exportación.
Con un 39,6% de su parque móvil con más de 20 años, Ponferrada y León capital serán las ciudades de Castilla y León más afectadas por las restricciones de las zonas de bajas emisiones. A continuación, aparece Segovia con un 38,4%; Salamanca con un 38,3%; Palencia con un 37,6%; y Zamora con un 37%, es decir 11.101 automóviles. Burgos con un 32,9% es la ciudad con el menor ratio de coches de más de 20 años de la comunidad, y a Soria no le afecta la normativa, ya que no llega a 50.000 habitantes.
El Ayuntamiento ultima los trabajos de plataforma única para la ZBE de la capital
Zamora tiene ya muy avanzados los trabajos para la creación de la zona de bajas emisiones en todo el espacio comprendido entre Santa Clara, avenida de Portugal, San Pablo y la plaza del Mercado, que se unen a otros espacios, como el resto del Casco Antiguo, que tienen ya medidas restrictivas de la circulación cuando no calles semipeatonales.
Las obras de calzada única ejecutadas en la zona aledaña al Mercado de Abastos, que van ya muy avanzadas, son fundamentales en el diseño municipal de la zona de bajas emisiones, que es una obligación y que sigue las directrices del Plan de Movilidad Urbana Sostenible diseñado por el Ayuntamiento de Zamora, con el concejal de Urbanismo, Romualdo Fernández, al frente.
Paralelamente el Ayuntamiento está llevando a cabo otras acciones en pro de la movilidad urbana sostenible. Y de hecho ya han comenzado los trabajos previos para marcar los casi catorce kilómetros de ciclocarriles en las calles de la ciudad, que son básicamente viales destinados al paso de bicicletas pintados en la calzada por donde también circulan los coches, con velocidad limitada a 30 kilómetros por hora. Si se cuenta los de ambos sentidos, serán 22,5 kilómetros.
