La tabla central del retablo de la capilla de Juan de Vega en la iglesia de Santa María de la Horta ha regresado a la ciudad, en concreto al Museo de Zamora, tras un largo periplo fruto de la salida de las pinturas a principios del siglo pasado.

La pintura forma parte de un conjunto creado hacia 1520 seguramente por disposición testamentaria de Juan de Vega, quien fue macero mayor de los Reyes Católicos y quien fundó la capilla con su nombre en el año 1495 según figuran en una inscripción en ella, describe la historiadora del Arte, Irune Fiz Fuertes quien ha puesto en relación esta tabla con un retablo expuesto en el Metropolitan Museum de Nueva York.

Además, la pintura de óleo sobre tabla está dedicada a San Antonio, siendo el donante Juan lo que hace que cobre fuerza la hipótesis de la experta de que la mandaron realizar “los familiares del finado, su hijo y su yerno (el impresor Antón Centenera) que se llamaban Antonio”.

En enero de 2020 la profesora de la Universidad de Valladolid estaba repasando datos sobre la iglesia de Santa María de la Horta en el catalogó Manuel Gómez Moreno, quien en 1904 hizo una minuciosa descripción del retablo de pincel que localizó en ese templo zamorano. “De repente me di cuenta de que ese retablo correspondía a uno que vi identificado como castellano en el Metropolitan en mi primera visita a ese museo en 1999 y entonces pensé que podía ser de la zona de León o Zamora”, explica Fiz, doctora en Arte por un trabajo sobre la pintura zamorana sobre tabla en el siglo XVI en la diócesis de Zamora. “Consulté mis fotos, lo confirmé, pero le faltaba la tabla de en medio donde ahora hay una Virgen, pero Gómez Moreno describe la presencia la tabla de un San Antonio de Padua”, apunta.

Público contempla la tabla de San Antonio Emilio Fraile

La historiadora se percató de que en el año 2011 la Junta de Castilla y León le había mandado hacer un informe porque iba a ejercer el derecho de tanteo en una subasta sobre unas piezas pertenecientes al maestro de Astorga, defendiendo que “no es de este maestro, aunque tiene un aire y no se puede negar las influencias”, remarca.

Al darse cuenta de que la tabla que hasta hace escasas fechas estaban en el Museo de León, tras adquirirla la administración regional y ser restaurada, pertenecía a la Horta consultó la web del Metropolitan donde figuran las fichas con las descripciones y medidas de cada obra. “Comprobé que la tabla de la Piedad, que es la que está por encima de la central, tenía la misma medida que la de San Antonio y además me desplacé hasta la iglesia de Santa María de la Horta para medir en la capilla el nicho que está según se entra a la derecha, que tiene exactamente las mismas medidas”, describe la experta que tras el confinamiento confirmó en el Museo de León sus certezas. “Hay que ver las obras siempre que sea posible”, subraya la investigadora que pone de relieve la colaboración entre el Museo de León y el de Zamora para que la obra esté en la ciudad para la que se concibió.

Recreación de cómo sería inicialmente el retablo de la capilla de Juan de Vega Francisco M. Morillo

Itinerario

La ficha del Metropolian también ha dado pistas sobre el periplo de las tablas. El texto del museo neoyorquino recoge que Juan Lafora Calatayud, un anticuario con tienda en Madrid, lo vendió a Jacques Seligman, un homólogo que trabajó entre París y Nueva York en 1917. “Entre 1904 (fecha en la que Gómez Moreno lo documentó en Zamora) y 1917 las tuvo Lafora, que compró el bote de Zamora e intentó venderlo fuera de España, y debió de ser en este período en el que se desgajó algo muy normal en la época” señala la profesora de Universidad de Valladolid que no ha hallado rastro documental alguno de a quién lo adquirió Lafora en Zamora y que enfatiza que la transacción se hizo antes de que se pusieran en marcha leyes que protegen los bienes artísticos.

El retablo que hay en el Metropolitan Museum de Nueva York Trujillo Juan

En Estados Unidos el retablo de autor anónimo lo adquirió el magnate George Blumenthal, quien falleció en 1941, con lo que el conjunto pasó, por donación testamentaria, al Metropolitan.

Respecto a la tabla de San Antonio de Padua, la experta estima que salió a la vez que el resto de las pinturas de Zamora y menciona que la referencia publicada por el historiador Post, antes de 1917, “ya carece el conjunto de esta pieza”, según escribe en el artículo “El expolio de la pintura del primer Renacimiento en Zamora. Una contribución a su estudio y una propuesta de autoría”.

En el citado análisis describe que la pintura en el reverso presenta una etiqueta que lo vincula con el ducado del Infantado y “un sello tampón donde se lee “R. Arroyo, Huertas 11 referido al restaurador y pintor Rafael Arroyo, que quizá sea quien añadió el actual marco neogótico”.

Atribuciones a un nuevo artista: el maestro de la Horta

Otra de las luces que aporta Irune Fiz Fuertes corresponde a la autoría de las pinturas del retablo que las atribuye estilísticamente al maestro de la Horta.

La profesora de Arte en la Universidad de Valladolid estima que este pintor tuvo una formación leonesa y trabajó en el sur de la diócesis de León “en los alrededores de Sahagún” y que desde allí se trasladó a Zamora en las primeras décadas del siglo XVI.

Cuando estaba asentado en el primer emplazamiento efectuó el retablo de la iglesia de Santa Marina de Mayorga de Campos, entonces perteneciente a la diócesis leonesa, que actualmente se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

También efectuó la tabla de San Pablo y San Andrés de Arenillas de Valderaduey, cercana a Mayorga, una obra que pertenece desde hace décadas al Museo de Bilbao. “Las realizó a finales del siglo XV como mucho los primeros años del XVI y son obras hispanoflamencas, con los colores más saturados e intensos y los tipos humanos son los mismos, son incuestionables” señala la estudiosa que también ha atribuido a este artista una pintura hispanoflamenca de “San Juan Bautista y el profeta Balaam”, de en torno al 1500 y ahora en manos de una colección privada.

San juan bautista

San juan bautista Extraída del estudio "El expolio de la pintura del primer Renacimiento en Zamora (...)"

A la etapa de Zamora del maestro de la Horta pertenecerían el retablo de Santa María de la Horta, su obra más relevante de ahí que la experta le otorgue el nombre zamorano “es una obra en la que se inicia en Renacimiento en Zamora” y una pintura de la Galleria Parmeggiani en Reggio Emilia, “Santa Clara y su hermana Inés acogida en un convento” que podría haber pertenecido al retablo mayor de un convento femenino de Zamora que pudo llegar a Italia comprada por el pintor Ignacio León y Escosura quien falleció en 1901 por lo que “habría salido de su lugar de origen” hasta de esta fecha, describe en su artículo la investigadora. Estas dos piezas las data en la segunda década del siglo XVI “por estilo es un renacimiento muy temprano y no hay estampas de Rafael que no llegan hasta 1525 a España, pero no se puede negar que conoce el Renacimiento y la perspectiva” argumenta la experta que enfatiza: “Lo que no sabemos es cómo aprendió a pintar de una manera o de otra”.

La pieza que hay en la Galleria Parmeggiani Extraída del estudio "El expolio de la pintura del primer Renacimiento en Zamora (...)"

Además, la historiadora del Arte ubica a finales de la década 1520 al maestro de la Horta en la localidad abulense de Adanero. Su iglesia de la Asunción tiene un retablo lateral, que “ya llamó la atención a Gómez Moreno, donde hay una tabla de San Sebastián que la hizo el mismo pintor por el modo de tratar la vegetación, el pretil y los rostros”, describe.

La pieza que está en Mánchester

La pieza que está en Mánchester Web del museo

Fiz atribuye también al maestro de la Horta una obra del Currier Museum de Mánchester, un Calvario que sería de su última época y donde “la Virgen y San Juan enlazan más claramente con el retablo de la Horta”.

La estudiosa señala que el maestro de la Horta y el de Astorga “son dos pintores diferentes que trabajaron en el mismo ámbito y en la misma época” y argumenta que hay “disparidad estilística” entre las obras del retablo de Santa María de la Horta y las tablas seguras del maestro de Astorga.