La escalada de los precios ha provocado que los ciudadanos busquen, cada vez más, otras alternativas energéticas para calentar sus hogares sin miedo a la factura a final de mes. Algunos tipo son ampliamente conocidos por población, mientras que otros van ganando terreno poco a poco en el mercado.

Una caldera de biomasa.

La energía solar es, sino la más barata, una de ellas. Según los planes de diferentes instituciones, se espera que en 2030 se haya multiplicado por cuatro su potencia instalada y en muchos casos se habla ya de una revolución fotovoltaica. Entre las claves del crecimiento del sector se encuentra el abaratamiento en los costes de instalación de los paneles solares durante los últimos años.

La sostenibilidad y la tradición se unen ante la necesidad de ahorro

Por otra parte, la energía eólica supone más del 23% de la producción eléctrica, además de ser la tecnología del sistema energético con mayor potencia instalada. El sector es clave para cumplir con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que apuesta por alcanzar un 42% del consumo de energía procedente de renovables en 2030. Por el momento, país se ha constituido como uno de los pioneros en esta cuestión.

Una de las alternativas más utilizadas en este momento es el pellet de biomasa, un combustible de madera aglomerada que se quema dentro de una estufa y tiene el aspecto de pequeños granos de madera prensada. De esta forma, sus clientes obtienen calefacción en sus hogares a un precio económico, con una alta eficiencia y sin contaminar el medioambiente. También puede utilizarse en chimeneas y como añadido extra, el IVA del producto se ha reducido al 5%.

De la misma forma, otros usuarios han optado por invertir en la construcción de una chimenea de leña, pues aunque conlleve un trabajo más laborioso, el ahorro económico es significativo, sobre todo, si se cuenta con una fuente propia de madera con la que alimentar las llamas.

Igualmente, existen una serie de factores con los que se puede lograr un gran ahorro con las calderas de gasoil, que cuentan con varios tipos, utilizadas por un gran número de zamoranos que las mantienen apagadas en épocas que no las necesitan o que se decantan por una opción barata en la venta.