La Opinión de Zamora

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Zamora, una provincia con demasiadas luces: ¿Hacen falta tantas farolas?

Una quincena de localidades de Zamora con sobreiluminación sufren las consecuencias de la contaminación lumínica y el encarecimiento energético

Una farola encendida de día. LOZ

La crisis energética ha puesto a los ayuntamientos frente al espejo del derroche. Todas las administraciones, unas más y otras menos, están tratando de reducir costes ante el incremento del precio de la electricidad. ¿Hacen falta tantas farolas en la vía pública? ¿Es necesario que todas estén encendidas? ¿Se puede retrasar el horario de encendido y adelantar el de apagado? La batería de preguntas está sobre la mesa de pequeñas y grandes localidades. No en vano, el incremento de costes está generando agujeros de calado en las arcas municipales y los ciudadanos observan cada mínimo movimiento institucional para comprobar que no son los únicos a los que se les pide sacrificios. Si en el pasado se hizo poco o nada frente a la contaminación lumínica, ahora que la cosa va de dineros parece que la situación puede revertirse. Pero, también en Zamora, el camino será largo y empedrado.

La cosa pública tiene mucho que decir en este engorroso asunto de la crisis energética. De hecho, los ayuntamientos son los primeros que deben dar ejemplo y ajustar el consumo a sus necesidades. Ahora que la problemática está en la picota, los expertos han vuelto a sacar a la luz el “Ranking de la contaminación lumínica en España”, una investigación elaborada en 2019 por Alejandro Sánchez de Miguel y Rebeca Benayas Polo que analiza la sobreiluminación de más de 2.000 localidades de todo el país en función de variables como la cantidad de farolas por kilómetro cuadrado, la potencia emitida por cada farola, el número absoluto de puntos de luz o la potencia emitida al espacio.

El ranking coloca a la ciudad de Zamora en el puesto número 58 de toda España en cuanto a contaminación lumínica. Una posición natural teniendo en cuenta el tamaño y las necesidades de la población. De hecho, si se toman en consideración las variables una por una, la capital se encuentra en el puesto 384 de la clasificación nacional en cantidad de farolas por kilómetro cuadrado, en el 1.773 de potencia emitida por farola o en el 113 de puntos de luz. Los datos aportados por el estudio atribuyen más de 12.200 puntos de luz al núcleo urbano, lo que lo convierte en el de mayor número de luminarias de toda la provincia.

Pese a ello, la capital está lejos de liderar el ranking de puntos de luz por habitante. Zamora ciudad, de hecho, apenas acumula 0,18 luminarias por persona, una cifra muy alejada a la que presenta la localidad de Arquillinos, donde cada censado toca a cuatro farolas. En este pueblo de Tierra del Pan, que en el último padrón contaba 120 habitantes, se han contabilizado 586 farolas según este estudio, lo que lo coloca en cabeza de esta lista. Le sigue de cerca Samir de los Caños, que también cuenta cuatro puntos de luz por habitantes. En su delimitación territorial se han señalado 860 farolas; es la sexta localidad de la provincia.

La clasificación de puntos de luz la lidera, evidentemente, Zamora capital, con esos más de 12.200 puntos de luz. Le sigue Benavente, con 4.500; Toro, con 1.034; Santibáñez de Vidriales, con 973; y Puebla de Sanabria, con 960 puntos contabilizados. A continuación, aparece Samir de los Caños y la lista continúa con Bermillo de Sayago (803), Muelas del Pan (721), Fuentesaúco (721) y Moraleja del Vino (713). En el lado opuesto, cierra el ranking Matilla la Seca (28), Pobladura de Valderaduey (33), Fuentesecas (35), Villardondiego (36), Villageriz (45), las mismas que Quintanilla del Olmo y Cazurra (48).

Lejos de los términos relativos, y donde cabe cierta interpretación, son Arquillinos y Samir de los Caños los que lideran la clasificación de puntos de luz por habitante. Una lista en la que aparecen en los primeros puestos Manzanal de los Infantes, Pías, Quintanilla del Olmo, Villardiegua de la Ribera y Cobreros, todos ellos con más de una farola por persona. Muy cerca de esa cifra están Quintanilla del Monte, Valdefinjas, Muelas del Pan o Villaveza del Agua. Al voltear el listado aparecen Toro, Burganes de Valverde y Zamora, con 0,1 puntos de luz por habitante, para dejar el camino a Benavente, Monfarracinos, Revellinos y Morales del Rey, de acuerdo con el estudio.

Los datos colocan a la ciudad de Zamora como el núcleo con mayor contaminación lumínica de toda la provincia, según las variables que el estudio toma en consideración. Le seguiría Benavente, que ocupa el puesto 660 a nivel nacional, para dejar paso a Puebla de Sanabria (1.220), Toro (1.222) y Morales del Vino (1.455). En esta lista en la que nadie quiere aparecer figuran también Villanueva del Campo (1.899), Coreses (1.996), Villalpando (2.020), San Cristóbal de Entreviñas (2.073), Castrogonzalo (2.077), Sanzoles (2.151), Manganeses de la Polvorosa (2.162), Fresno de la Ribera (2.186) y Villabrázaro (2.195). La mayoría de estos pueblos cuentan con importantes núcleos de población, así como industrias en sus alrededores que provocan ese incremento de luces en el entorno. No obstante, la provincia sigue manteniendo importantes carencias en ahorro energético y localidades donde el derroche es más que evidente ante las posibles necesidades.

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