La idea surgió tras la colaboración de la Asociación Cultural Águedas de San José Obrero con la localidad de Videmala, que puso en marcha a principios del verano de 2021 la campaña “Tejiendo por la España Vaciada”. La afición a la aguja se mantuvo y desde la agrupación se pensó en hacer algo similar para el barrio zamorano. “Le trasladamos la idea a presidente de la asociación de vecinos y le gustó la propuesta”, recuerda la presidenta de la asociación, Pilar Esteban.
La fachada de la iglesia, por su gran tamaño, les pareció el lugar idóneo para este colorido proyecto, algo que aprobó el cura de la parroquia, don Manuel, desde el primer momento. A ambos están muy agradecidas las águedas de San José Obrero, por haber aupado esta iniciativa hasta verla hecha realidad, más de un año después.
En todo este tiempo, la asociación cultural de barrio ha sido capaz de hacer partícipes no solo a sus miembros, sino a muchos grupos de mujeres, vecinas del barrio, que durante los meses del pasado verano aprovechaban el buen tiempo para echar un parlado mientras se afanaban en confeccionar diferentes cuadros de ganchillo a todo color alrededor de varias mesas por todas las calles del barrio.
Éxito de participación
El llamamiento, que resultó ser todo un éxito, se realizó tanto a través de los tradicionales carteles colocados en postes y paredes del barrio como por las redes sociales de San José Obrero. De hecho, llegó hasta fuera de los límites del barrio, puesto que también hubo manos amigas entre otras mujeres de la capital encantadas de colaborar con esta idea e incluso mayores que residen en residencias.
Por otra parte, algunos negocios zamoranos, como El Redondel, llegó a donar también parte del material con el que realizar este gran mural, que suma 2.500 cuadros y alcanza un peso final de nada menos que cien kilos.
Colgar el mural
De hecho, el gran peso ha sido uno de los problemas más importantes a la hora de poder colgar esta singular obra de arte colectiva en la fachada de la iglesia del barrio. “Lo que más nos ha costado es encontrar a alguien que pudiera colocar el mural en la pared de la parroquia”, reconoce Esteban, después del último paso de este proyecto, que consistió en coser todos los cuadros para unirlos además a una red para que no se deformen por el peso.
Los últimos detalles del mural fueron donados por una vecina de Pereruela, quien cosió las letras en las que se puede leer “Asociación Cultural de Águedas San José Obrero”, en honor a las promotoras de esta iniciativa.
"Precioso y vistoso"
“Menos la paloma, todo está hecho a ganchillo”, puntualiza la presidenta de la agrupación, quien está encantada con que todos los vecinos —y cualquier zamorano que pase por allí— pueda admirar este gran mural, que ha pasado varios meses guardado en el local de la parroquia esperando a ser expuesto. “Queda precioso y muy vistoso”, describe Pilar Esteban viendo el resultado final. La idea es que el mural de ganchillo se convierta en un elemento más del barrio durante mucho tiempo.