El diagnóstico de un cáncer provoca un impacto en la vida del paciente que suele requerir, además del apoyo de sus familiares y amigos más cercanos, la atención psicológica de profesionales. Esta es solo una de las labores que hace la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), una de las entidades sin ánimo de lucro más grandes de España y que colabora con LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en la jornada informativa que organiza el periódico con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. La charla será el próximo martes, 18 de octubre, a las 18 horas en el salón de actos del Campus Viriato de Zamora, y se centrará en derribar mitos y leyendas en torno a las enfermedades oncológicas. Participan, además de la AECC, el Hospital Recoletas, el Ayuntamiento de Zamora, la Diputación Provincial de Zamora y la Fundación Caja Rural. Entre los ponentes está Rubén Sánchez, uno de los psicólogos de AECC Zamora.

–¿Cómo ayuda la asociación al paciente, desde el punto de vista psicológicos, en los primeros momentos tras el diagnóstico de un cáncer?

–En esos momentos la mejor forma de ayudar es estar ahí, al lado de la persona. Recibirla, escucharla, que se desahogue con nosotros y que sepa que existimos, los servicios que ofrecemos y que vamos a estar ahí en caso de que nos necesite. Para eso tenemos el “Programa de Primer Impacto” en los hospitales, con la colaboración del propio personal sanitario.

–¿En qué consiste el acompañamiento que se hace durante el tratamiento?

–Somos un recurso a disposición del paciente, una bala en la recámara. Hay personas que nos usan más en los primeros momentos tras el diagnóstico, y los que no, saben que pueden contar con nosotros más adelante si lo necesitan; otros acuden a nosotros en el momento de final de vida. Por otro lado, también estamos a disposición de los familiares.

–En ocasiones los síntomas de la enfermedad o los efectos secundarios de algunos tratamientos hacen que flaqueen los ánimos, que incluso el paciente se plantee abandonar el tratamiento. ¿Qué hacen en estos casos?

–Lo primero normalizar que se sienta así. Esa persona tiene todo el derecho a tener un día de bajón, a sentir tristeza, cansancio o miedo. Los tratamientos a veces se alargan y eso produce frustración e incluso hay momentos en los que se quiere tirar la toalla. Muchas veces una parada en el tratamiento viene bien, y hasta lo recomiendan en ciertos casos los propios médicos. A nivel emocional, nosotros como profesionales les tendemos la mano, intentamos ponernos en su lugar y recomendamos que se premie la calidad de vida. Hay veces que lo mejor es retomar el tratamiento tras unas semanas de parón, pero hay otras en los que son más perjudiciales que beneficiosos. Depende.

–Además de ustedes, ¿qué papel juegan la familia y el resto del entorno del paciente?

–Tienen que ser un apoyo al paciente, pero también darle espacio. Lo fundamental es que haya una buena comunicación, que unos y otros puedan decir las cosas que les molestan. El paciente debe de tener la seguridad de que puede contar con la ayuda de sus familiares, pero ellos no deberían estar encima del paciente cada dos minutos. Por otro lado, el familiar también tiene que ocuparse de cuidar de sí mismo. No sabemos cuánto tiempo va a durar la enfermedad, a veces es mucho tiempo y hay que guardar fuerzas que podrían ser necesarias en el futuro. Si eres el familiar de un paciente y te olvidas de tu cuidado personal, puede que cuando esa persona más te necesite no puedas estar para ella. Por eso, además del paciente también estamos ahí para cuidar de la familia. Nosotros somos un recurso para todos, otra persona con la que contar.

–Cada vez un mayor porcentaje de enfermos oncológicos se curan, pero no siempre es así. ¿Cómo les acompañan cuando esto no sucede?

–El primer paso cuando esto sucede, cuando no hay una curación, lo que tratamos es de explicar el significado real. En la mayoría de los casos no significa que estés en tus últimos días y no haya nada que hacer, muchas veces se aplican tratamientos destinados a cronificar el cáncer. Los cuidados paliativos oncológicos tienen como objetivo buscar la mayor calidad de vida dentro del proceso, se administran fármacos para minimizar los dolores. Lo que les dejamos claro es que no es el momento de ser valientes y aguantarse, que primen su bienestar y su calidad de vida. Siempre les digo que si del 1 al 10 te duele un 8, al médico le tienes que decir que te duele un 8, no que te duele un 7, para que te de una medicación acorde a tu nivel de dolor y puedas pasar ese tiempo con la mayor comodidad posible y la mejor calidad de vida posible.

–Una de las cuestiones más delicadas en el cáncer de mama es los efectos visibles que deja a menudo en el cuerpo de las pacientes, y cómo esto puedo llegar a afectar a su autoestima.

–Sí, es un tipo de cáncer que a menudo tiene consecuencias palpables, que suponen un cambio a nivel estético dependiendo del tipo de tratamiento. Nosotros estamos ahí para apoyarlas y para que se hagan a la idea de ese cambio. Eres la misma con un pecho o con dos, y no eres menos mujer. Pero también nos ponemos en su lugar, no es difícil pasa por un cambio tan brusco. En este sentido, se producen otros cambios, como la pérdida, temporal, del cabello como efecto de los tratamientos, en este caso desde la AECC les prestamos pelucas. Por otro lado, hay tratamientos que pueden tener efectos a nivel hormonal en los que también hay que acompañar a las pacientes, por ejemplo a mujeres jóvenes que deseaban ser madres y por un tratamiento agresivo perderían esa capacidad, siempre intentamos buscar opciones

–La jornada de este año versa sobre los mitos en torno al cáncer. Parece que, desgraciadamente, a través de internet se difunden cada vez más bulos relacionados con la salud. Lo hemos visto con el Covid, con la viruela del mono, y también sucede con las enfermedades oncológicas. ¿Cómo podemos distinguir la desinformación de la información fiable en algo tan serio como la salud?

–Se difunden mitos y bulos tanto por medios informáticos como por el boca a boca. Siempre hay que contrastar la información, no creerse cualquier cosa que te dicen, quedarse solo con información contrastada de fuentes fiables, porque todo lo relacionado con la medicina y la salud es información científica. Siempre digo a los pacientes que nunca pregunten al “doctor Google”, porque ningún caso que encuentres en internet va a ser como el tuyo, los habrá mejores y los habrá peores, pero como el tuyo no. El objetivo de la jornada es ese, desmentir mitos y bulos

–¿Qué le diría a las mujeres zamoranas para animarlas a acudir a la jornada del próximo martes?

–Es una jornada que se viene haciendo muchos años y siempre es muy completa, porque se da la parte técnica, con la presencia de médicos de Recoletas, la Asociación Española Contra el Cáncer cubre el punto de vista psicológico, y también se cuenta con el testimonio humano de una mujer que ha pasado la enfermedad. Es una jornada que se realiza para mujeres y para hombres, para toda la sociedad zamorana, porque a todos nos interesa desterrar mitos y bulos, y esta es una oportunidad muy buena para escuchar información fiable y contrastada acerca de algo que debería interesarnos a todos.