La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

“Vivo en Zamora, trabajo en Madrid”: testimonios del AVE

Los zamoranos que utilizan el tren por motivos laborales aseguran que el mantenimiento de los abonos es la única posibilidad real para poder seguir residiendo en su tierra

Uno de los trenes madrugadores que unía Zamora con Madrid a primera hora de la mañana. Emilio Fraile

“Estoy seguro de que acabará siendo la propia Renfe la que pase por el aro. Nada más tienes que ir a las 7.40 a ver el tren y cuando antes estábamos, diez, doce o quince personas ahora estamos 50, 80 o cien, hay días que el andén está lleno”. José Moralejo Gutiérrez y su mujer, Raquel Esteban llevan años trabajando en Madrid, pero se han decidido a venirse a vivir a Zamora con sus hijos, buscando una calidad de vida que no tenían en la capital de España.

La puesta en servicio del AVE, que deja Zamora a una hora de Madrid, el establecimiento de un tren madrugador que llega a la capital de España poco antes de las nueve de la mañana y ahora los abonos del Gobierno que permiten realizar el trayecto a 8,5 euros sin necesidad de dejarse el sueldo en billetes (“trabajar para Renfe”) está permitiendo a muchas personas trasladar su residencia a Zamora, aunque conserven el puesto de trabajo en Madrid.

Agrupados en una asociación

Una treintena de ellos han formado grupo con la Asociación de Usuarios del AVE “pero seguro que hay muchos más, porque no conocemos a todos”, señala Jose Ramón Andrés, un “veterano” que lleva doce años “yendo y viniendo a Madrid. Hay periodos en los que me tenía que quedar durante la semana en Madrid, pero ahora como tengo algunas jornadas de teletrabajo y hay abono me ha permitido quedarme en Zamora todos los días”. Y aquí vive con su mujer y dos hijos: “Económicamente nos podríamos permitir residir en Madrid, pero nos lo planteamos, porque somos de aquí y nos gusta a los dos y nos quedamos a vivir aquí”. Cree que los abonos, en el caso de Zamora son una petición “más que justificada porque cumple todos los requisitos: es una provincia deprimida, con poca población”.

Testimonios de viajeros.

Testimonios de viajeros.

En el caso de Pablo Jiménez fue la pandemia lo que le aconsejó salir con su familia fuera de la capital de España en busca de un territorio más saludable en el criar a sus hijos y con el teletrabajo como aliado. Cuando acabó la pandemia volvió el trabajo presencial, pero con la posibilidad de viajar dos o tres días a la semana a la gran empresa donde trabaja. “Para mi ha sido fundamental contar con esta conexión” y ahora los abonos facilitan mucho este peregrinaje laboral, porque salen mucho más económicos que los billetes sueltos y permiten la flexibilidad.

Descuentos

“El descuento para nosotros es mucho más que el 50% porque el precio del billete nunca era el mismo y había veces que lo tenías que comprar a 40 euros o más. Además si tenias que cambiar la fecha de viaje perdías el billete y tenías que comprar otro”. Para él las ventajas de vivir en Zamora es sobre todo que están más arropados por la familia, algo fundamental cuando se tienen niños. “Con familia resulta más sencillo vivir en Zamora que en Madrid, que es una gran ciudad”. Procura aprovechar el trayecto para trabajar un poco, aunque “el tren no es buena oficina, porque la conexión es muy limitada y el Renfe Play no funciona demasiado bien”.

"La mitad del sueldo, en el tren"

Antonio de la Torre no tiene posibilidad de teletrabajo y va y viene cinco días a la semana. “Estuve viviendo durante medio año en Madrid, cuando empecé con el trabajo y me plantee coger el tren madrugador que después nos lo quitaron y nos dan dejado este que es verdad que nos vendría muy bien llegar 15 minutitos antes a Madrid para andar un poco más desahogados”. Considera que con los abonos “ahora si que es verdad que puedes ir y venir todos los días de una forma razonable, porque yo hasta hace mes y medio me dejaba la mitad del sueldo solo en tren. El problema que teníamos era tenerlo que comprar con dos meses de antelación para que saliera más económico y jugando siempre con los horarios. Era un carajal lo que yo tenía yo montado. La gente que solo viene dos días a la semana lo tiene mucho más fácil, claro”.

Con su mujer con trabajo fijo en Zamora, apuesta por quedarse a vivir aquí. “En Madrid se está muy bien de ocio, pero para vivir a mi particularmente no me gusta, el estrés de estar corriendo todo el día. Además es todo mucho más caro y cuanto te pones a echar números ves que entre el alquiler que pago en Madrid, la gasolina de ir y venir los fines de semana y tal no me compensa, me sale al mismo precio de ir y venir en el tren pero además estoy en mi casa”.

Los atascos de tráfico era otro de los aspectos de Madrid con los que no podía: “Te pillas un atasco, yo que lo he vivido y el primer día dices, vale, el segundo, bueno, pero al cuarto día ya dices estoy harto de tenerme que comer esto”.

La calidad de vida de Zamora, razón común para elegir quedarse a vivir en la provincia

Patricia Herrero considera fundamental que se mantengan los abonos para poder seguir viviendo en Zamora y trabajando en Madrid. “Durante el verano ha sido muy complicado, porque no teníamos abonos e ir y volver a Madrid te podía salir hasta por 120 euros como no hubieras cogido el billete con antelación. Había veces que iba por Valladolid o Salamanca para encontrar precios más economicos. Con los bonos va bastante bien, estoy contenta, el problema es cuanto se van a mantener. Los bonos son imprescindibles porque volver a los billetes de 40 euros o a la vía de Valladolid o Salamanca es inviable”. Tener la familia y los amigos y las ventajas de una ciudad donde todo está a mano es lo que le lleva a preferir Zamora.

Lo mismo le ocurre a José Moralejo. “Llevo diez años en Madrid y este año es el que hemos dado el salto definitivamente a Zamora, porque entre un poco de teletrabajo y un poco de mejora del tren es lo que al final te ha permitido regresar. Nosotros nos hemos venido los cuatro, mi mujer, dos niños y yo. Las hijas que han quedado en el cole en Zamora y yo voy tres días a la semana y ella también y más o menos nos vamos apañando. Si no hubiera sido por el tren esto es imposible”. No hablan por hablar, ya que había veranos en los que las hijas se quedaban en Zamora antes de que comenzara el cole “y vas y vienes, pero en coche es imposible. Yo he hecho kilómetros que no os podeis ni imaginar”.

Tuvo ya idea de mudarse a Zamora cuando se puso el tren madrugador “pero como empezó a funcionar mal y luego vino el COVID nos desanimamos”, dice José. En coche era “una locura, pero con los abonos del tren ahora por lo menos es posible. De otra forma dejas el sueldo en billetes de tren, pero literalmente, no es una forma de hablar, no te llega salvo que no lo tengas muy planificado”.

¿Qué le gusta de vivir en Zamora? “Zamora es un sentimiento nacionalista” brometa José, “pues te gusta y ya está. Acabo de trabajar, llego a Zamora y tengo tiempo para todo, para comparar, ir a recoger a los niños, ver a mi familia, ver a mi abuelo, te da tiempo a todo. En Madrid no te da tiempo a nada”.

El AVE, convertido en un “cercanías” del siglo XXI gracias a los abonos es lo que ha permitido a Zamora atraer a estos nuevos moradores.

Compartir el artículo

stats