Desde el cierre del Museo de Semana Santa de Zamora el pasado día 18 de septiembre comenzaron a trasladarse algunos de los elementos que contenía el centro de la Pasión a sus destinos durante el tiempo que dure la construcción del ansiado museo.
Si la primera imagen en moverse sin mesa correspondió a la Virgen de la Amargura, que desde hace varios días puede contemplarse en las inmediaciones del presbiterio de la parroquia de San Lázaro, el viernes le correspondió el turno a algunos de los pasos que todavía procesionan con ruedas en la Semana Santa de Zamora.
El primero en abandonar el Museo correspondió a Redención. Minutos antes de su salida cerca de una docena de personas aguardaban el momento en la plaza de Santa María La Nueva, mientras que integrantes de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída entraban y salían del centro portando alguna de las cruces que procesionan al inicio del desfile del Lunes Santo para ubicarlas en templo cercano, donde se exhibirán junto a La Despedida, las Tres Marías y San Juan, la Verónica o el Nazareno de Congregación, despojados de sus mesas, en un pequeño museo.
Los semanasantero llegaban y se saludaban en el exterior del museo e incluso alguno preguntaba qué paso iba a salir el primero a los responsables de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Entre ellos figuraba un antiguo cargador de Redención que había acudido con sus hijos, quienes ya forman parte de la lista de espera del paso que efectuó Mariano Benlliure, respondiendo así a la llamada de sus compañeros. “Hay que echar una mano porque en estas fechas hay poca gente en Zamora” manifestaba mientras que en alguna conversación planeaba la modificación de la carga de Redención, refrendada en la última asamblea general de La Mañana y todavía pendiente de luz verde por parte de Patrimonio
Varios jóvenes sitúan unas cuñas de metal para salvar el peldaño de la acera del museo y en cuestión de segundos el paso abandonó su casa rumbo a la Catedral, bajo la atenta mirada de muchos, entre ellos la presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García.
A buen paso la imagen encaró la plaza de Viriato, donde muchos turistas aprovecharon para inmortalizarla, para proseguir por las rúas hacia la plaza de la Catedral. “Alguna vez ya ha hecho este recorrido” comentaba alguna mujer cuando pasaba ante ella la obra de Mariano Benlliure.
Ya en la Catedral el paso, por el momento, se ha situado en el trascoro a la espera de que al primer templo diocesano lleguen el domingo La Lanzada y la Conversión del centurión.
Tras Redención abandonó la “gran casa de la Semana Santa” el primer paso de la Cofradía de la Santa Vera Cruz. El elegido fue el Cristo de la Laguna que procesionó hasta principios de la década de los 2000 y que estuvo escoltado por varios directivos y varios semanasanteros en el corto recorrido que separa la plaza de Santa María La Nueva hasta la panera de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Posteriormente le correspondió el turno a la Santa Cena. El grupo que hiciera Fernando Mayoral emprendió rumbo hacia la iglesia de San Andrés acompañado de una pareja de la Policía Municipal, como el resto de los pasos trasladados. Muchos fueron los integrantes de la cofradía que se sumaron ya en la plaza del Seminario donde tuvieron que realizar numerosas maniobra hasta poder meter el grupo de grandes dimensiones y que se situó en la capilla que tiempo atrás ocupó la Dolorosa.
Poco tiempo después traspasaba la entrada de San Andrés, la Sentencia, un gesto que repetirán a lo largo de la mañana del sábado el resto de grupo de esta cofradía y algunos que procesionan en la Cofradía de Jesús Nazareno.
