Un templo sencillo, hecho con los materiales con los que están hechas las casas que rodean la parroquia y que ayudó a consolidar el sentimiento de pertenencia a Los Bloques. Esas fueron algunas de las cuestiones que expuso el estudioso Rafael Ángel García Lozano en su charla “Un barrio, una iglesia” que ha inaugurado el martes los actos conmemorativos de los 50 años de San Lorenzo que incluyen varios conciertos, una misa o una comida popular.

El investigador señaló que los arquitectos que la realizaron Ángel Casaseca Benéitez,” hijo del barrio”, y Alberto Jiménez Cesteros mostraron “una sensibilidad”, ya que en un informe que acompaña al proyecto indican que quieren hacer “una iglesia que sea una casa más entre las casas del barrio”.

Además, el autor del libro “Arquitectura y arte de las órdenes religiosas en Zamora. 1939-1975”, aportó nuevos datos sobre la creación de la parroquia. En los años 40 ya hubo intentos para levantar en el barrio de Los Bloques un templo, con lo que el deseo de construcción de una parroquia se adelanta tres décadas, aunque que finalmente la Diócesis de Zamora lo materializó en el año 1972.

Los habitantes del barrio obrero en plena expansión en esos momentos, hasta finales de la década de los años 50 pertenecían a la parroquia de La Horta y cuando se erigió la iglesia de Cristo Rey, la zona pasó a depender de ella.

La puesta en marcha de San Lorenzo conllevó, además, una reafirmación del sentimiento de pertenencia al barrio. “El sentir que he palpado al investigar sobre la parroquia y tras hablar con los protagonistas incluso con gente no creyente que estuvieron vinculados al principio al movimiento de la parroquia es que ayudó a consolidar el sentimiento de barrio, el sentido de pertenencia a Los Bloques” comparte Rafael Ángel García Lozano. El docente añade que “fue una institución que ayudó a empastar el sentido de pertenencia al barrio, sobre todo, entre los jóvenes”.

Sin duda en esta conexión ayudó mucho el sacerdote Lauro Nogal , quien “se dejó la piel para poner en marcha la vida parroquial y para que se construyera la iglesia en un momento complicado” por la crisis del petróleo, los momentos que vivía España o la época del postconcilio, pero “había mucha vitalidad y mucho joven en el barrio”, describe el sacerdote Miguel Ángel Hernández quien en los tres años que ha ejercido su labor en San Lorenzo ha profundizado en su historia.

Cartel con las actividades programadas Cedida

Entre los datos curiosos asociados a la puesta en marcha de la parroquia figuran que se decretó su creación el 29 de septiembre de 1972, cuando todavía no estaba construida. Esta situación atípica obligó a emprender la vida parroquial en unos locales situados en la calle de Núñez de Balboa. En un momento dado la carencia de fondos para continuar con la obra obligó a “venderlos y durante unos cuantos meses la vida parroquial se trasladó a la capilla del colegio menor de los Franciscanos” añade el delegado diocesano de Patrimonio Miguel Ángel Hernández, quien comenta que la Unión Deportiva San Lorenzo nace vinculada a la parroquia, pero “no hemos podido precisar los nexos”.

La construcción contó con tres proyectos, siendo el último una modificación del anterior y este a su vez del primero. Uno de los planos desechados contemplaba “un espacio litúrgico pionero y puntero en Castilla y León en ese momento”, enfatiza Rafael Ángel García Lozano. E incluso el planteamiento primigenio apostaba por alrededor de una torre campanario articular a un lado la iglesia y al otro el centro parroquial que iba a contar con un salón de actos, un salón para los ancianos o una guardería, espacio para jóvenes y vivienda de sacerdotes.

Tras muchas vicisitudes y retrasos el 20 de mayo de 1979 San Lorenzo, la casa de Dios entre las casas, la bendijo el entonces obispo de Zamora, Eduardo Poveda.