“¡Eres único!”. El grito no cayó en saco roto, como tampoco los vítores del zamorano Luis Pablos, que no dudó en bajar desde el tendido de la histórica plaza La Glorieta de Salamanca hasta la misma barrera para lanzar un ramo de flores a ese “torero especial”, al que admira desde que le vio por primera vez, “te llena, con esa forma de mover el capote”. El maestro Morante de la Puebla daba la vuelta al ruedo al coso charro este domingo, tras triunfar con su segundo toro de la tarde, “Fundador”, de 538 kilos, cuando Luis Pablos, entusiasmado, arrojó el ramo de flores que llevaba desde Zamora.
El entusiasmo y la admiración mostradas por el seguidor al maestro desde que este pisó la arena la tarde del 18 de septiembre, no pasaron inadvertidos: Morante se detuvo ante el zamorano para brindarle una de las orejas que acababa de recibir. “Fue muy emocionante e inesperado totalmente”, tanto que el trofeo se fue al callejón porque Luis Pablos tenía ya sus manos ocupadas para exhibir dos carteles con los que homenajeaba a su ídolo.
“Morante número 1”, se puede leer en uno, el que mostró en la plaza de toros de Zamora en las Fiestas de San Pedro, en el que Luis Pablos atesora la firma del diestro fechada el 2 de julio de 2022 bajo la dedicatoria “A mi mejor partidario”, que “conseguí en el hotel en el que se alojó”. Este domingo llevaba en la otra mano otro cartel idéntico: “Morante único-irrepetible”.
Ambos terminaron en manos del público cercano al zamorano, quien pudo coger la segunda oreja al vuelo y recuperar la otra. La anécdota se ha convertido casi en viral, aunque “es muy normal que el torero lance al público trofeos”, reconoce, aunque él nunca antes había recibido ninguno. Las muestra con orgullo, como un niño con zapatos nuevos, “las disecaré y les pondré una plaquita con el nombre de Morante, el del toro y la fecha de la corrida”.
