“Para la gente de mi generación la tradición es un poco como un libro con muchas páginas arrancadas y no tenemos que tener miedo a reescribir esas páginas con nuestras palabras, con nuestros medios desde los lenguajes actuales”, explica Gonfio, pseudónimo del artista Massimiliano Casu quien ha presentado este fin de semana en el Museo Etnográfico de Castilla y León su proyecto sonoro y audiovisual “Fragor (conjuro)”, dentro de las actividades paralelas a la Feria Internacional del Queso, Fromago.

El trabajo nace por la investigación de más de un año sobre las prácticas mágicas populares de este creador italiano afincado en Madrid. “Dentro de los archivos de la Fundación Joaquín Díaz empecé a buscar las grabaciones que mencionases estos elementos y empecé a encontrar unos documentos sonoros que me parecían tan musicales y tan fascinantes que me parecía que podía dar pie a otro tipo de trabajo dialogando con ellas a través de un lenguaje más contemporáneo”, describe.

El artista con su máscara. | E.F.

Con el salón de actos del centro regional totalmente a oscuras el artista accede a la sala cubierto con una careta que recuerda a las máscaras de algunas de las manifestaciones ancestrales invernales existentes en noroeste peninsular. La música comienza a sonar. Es una mezcolanza de electrónica con campanas.

De repente comienzan a oírse testimonios grabados. Habla una mujer que toca las campanas de su pueblo para frenar la tormenta. “Me encanta el rito del tente nubes, la idea de que las gentes de un pueblo se sientan capaces de alejar los truenos o el granizo es un elemento muy inspirador en la contemporaneidad donde pensamos que no podemos cambiar nada”, comenta el creador que toma como referencia a Joaquín Díez, quien defiende que la tradición es una materia viva que evolución y se transforma.

Gonfio combina las grabaciones etnográficas realizadas entre los años 70 y 80 en Castilla y León que forman parte del Archivo de la Fundación Joaquín Díaz con los sonidos de martillos de varias herrerías, de rebaños de ovejas, del agua de ríos... captados exprofeso para este proyecto para componer “otra paleta de sonidos” muy distintos a los que se escuchen habitualmente en la electrónica.

El sonido, plato fuerte del espectáculo “Fragor (conjuro)”, se apoya en unas imágenes 3 D generadas por ordenador.

Un diálogo entre el pasado y el presente, entre lo analógico y lo digital a partir de los rastros del sentimiento mágico popular en una propuesta vanguardista.