La Opinión de Zamora

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El "rompecabezas" con los pasos de Semana Santa de Zamora durante las obras del nuevo Museo

El Santo Entierro modificará la altura de las patas de las mesas de la Lanzada, la Conversión y el Descendido para que accedan a la Catedral y a la panera de La Mañana

El paso de la Lanzada en un desfile procesional. | L.O.Z.

Sus grandes dimensiones han traído de cabeza a los directivos de la Real Cofradía del Santo Entierro y a integrantes de la comisión de pasos e incluso hacían pensar que se optaría por elegir una nave que cobijara la totalidad de los grupos escultóricos de la Pasión de Zamora cuando las obras de arte tengan que abandonar el Museo de Semana Santa, que cerrará definitivamente sus puertas este domingo día 18 de septiembre, para que puedan comenzar las obras de derribo del actual centro para la construcción del nuevo.

En el rompecabezas de la distribución de los pasos entre iglesias de la capital y la panera de la Cofradía de Jesús Nazareno las medidas de La Lanzada, de la Conversión del centurión y del Descendido no encajaban. Sus más cinco metros de altura con las patas de las mesas no permitían su acceso ni a la Catedral, donde finalmente irán los dos primeros, mientras que el tercero estará en la panera de Jesús Nazareno dado que su anchura impedía que entrara por la amplia puerta del primer templo diocesano.

Ante este panorama la Real Cofradía del Santo Entierro estudió dos alternativas. O bien desmontar y montar crucificados cada vez que los pasos abandonaran los emplazamientos para procesionar los años que dure la construcción del Museo de Semana o bien modificar la altura de las patas de las mesas.

La primera posibilidad la desecharon, pese a que pudieran “contar con manos experimentadas de conservadores porque entendemos que sería intervenir sobre el patrimonio muchas más veces de lo que querríamos”, indican fuentes de la cofradía que finalmente ha optado por variar las alturas de la patas de las mesas de los pasos afectados. En la “complicada” decisión ha pesado que “se trata de una acción menos agresiva sobre los grupos escultóricos”, indican desde la directiva de la hermandad.

La Real Cofradía del Santo Entierro, tras consultarlo con profesionales de la madera y del metal, ha ideado “un sistema de cazoletas con ruedas para que una vez que nos enfrentemos a las puertas se ponga ese mecanismo para bajar el paso a ras de suelo” y salvar la puerta de acceso de la Catedral y de la panera de Congregación, donde también estará estos años el Descendimiento.

La Conversión del centurión. | L.O.Z. Natalia Sánchez

De cara al desfile procesional instalarán un “sistema de suplementos” que “se podrían a cada una de las patas para recuperar la altura” original, según describen fuentes la cofradía. Además la sección de las patas de las estructuras “no afectará a la carga”, ya que “tendrán la misma altura que antes para que no haya ningún tipo de problema al levantar el paso porque si el cargador tiene que levantar desde más abajo y bajar más, su tarea se dificulta mucho más”, subrayan.

A mayores, la Virgen de los Clavos presenta problemas por la altura de su palio para acceder a San Esteban donde también estarán, por el momento, la Urna, Retorno al sepulcro y la Magdalena, mientras que de esta cofradía irán al templo de San Andrés, la Piedad, Conducción al sepulcro y San Juan y Nuestra Señora.

La adaptación de los pasos supondrá un desembolso de cerca de 3.000 euros que sufragará la Junta pro Semana Santa de Zamora. A mayores, a la directiva que preside Ricardo Alonso ha logrado el compromiso de las cofradías y hermandades para que “cuando concluyan las obras del Museo de Semana Santa se pueda llevar a cabo una adecuación de las patas de los grupos afectados para que vuelvan a su estado actual”, certifican.

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