Los juzgados de la capital investigan dos agresiones sexuales ocurridas en localidades de la provincia de Zamora durante este fin de semana, una el sábado y otra el domingo, de acuerdo con las denuncias de las presuntas víctimas, dos jóvenes, una residente en un municipio de la Comarca del Vino y la otra llegada desde Madrid para disfrutar de las fiestas de una localidad zamorana.
Una de las presuntas víctimas relató que sufrió la agresión de madrugada, mientras que el otro ataque se habría producido hacia las 17.00 horas, sin que por el momento haya ningún detenido, al estar la investigación en una fase tan incipiente, por lo que los juzgados de guardia aún no habían recibido ayer los atestados, de acuerdo con la información a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.
Se está a la espera de recopilar más información que pueda permitir observar indicios de quiénes pudieron cometer sendos delitos de tal gravedad que atentan contra la libertad sexual de las personas. La Guardia Civil y la Policía Nacional, encargadas de llevar a cabo las pesquisas de las dos infracciones penales, trabajan en la recopilación datos, realizados ya los exámenes médicos oportunos y tomada declaración a cada una de las denunciantes.
Recuerdos y burundanga
Una de las presuntas víctimas ha manifestado desconocer cómo se produjo la agresión que asegura haber sufrido. Lo que manifiesta es que en ningún momento se fue con ningún varón para mantener relaciones sexuales, por lo que no se descarta que fuera drogada para someterla sexualmente, puesto que hay un lapsus de tiempo en el que no recuerda absolutamente nada de lo que sucedió, según ha podido saber este diario.
Por el momento, se desconoce qué sustancia podrían haberle suministrado posiblemente en la bebida, según su testimonio, si bien, de tratarse de la famosa burundanga será difícil determinar su uso, puesto que su eliminación del organismo humano con mucha facilidad, “se disuelve muy rápido y no hay manera de detectarla”, declaran los expertos consultados.
Las consecuencias para quien consume ese sustancia se concretan en somnolencia, sumisión, hipertensión y efectos alucinógenos, si bien, en grandes dosis, puede ocasionar deficiencias respiratorias y cardiacas a quien la toma. Esto explica que haya agresores sexuales que la utilicen para evitar la resistencia de la víctima que elijan.
No ha trascendido ningún otro detalle sobre cómo pudieron producirse las dos agresiones para preservar la identidad de las presuntas víctimas, tal y como establece la normativa recién aprobada que impide ofrecer información que contribuyan a ello.
Más casos que en 2021
Las denuncias por agresiones sexuales continúan aumentando, de modo que desde enero ya se ha superado la media de las que se venían interponiendo anualmente, en torno a seis al concluir el ejercicio judicial. Con las dos registradas este fin de semana, sobrepasarían la decena, indican fuentes consultadas.
“La media de 8 se ha superado hace meses”, según otras fuentes consultadas, lo que indica que cada vez se denuncia más. En 2021, los juzgados recibieron una docena de denuncias por violación y abusos sexuales, de hecho, en solo dos meses se abrieron ocho casos por violación en los juzgados el año pasado, según la información recabada a primeros de 2022 por este periódico.
La preocupación en el ámbito judicial no solo se produjo porque se doblara la media anual tradicional, sino porque la edad de las víctimas también iba en descenso, muchas de ellas niñas de 14 años, lo que agrava el delito porque no tienen capacidad para dar su consentimiento.
Asimismo, los acusados en las denuncias en las que las víctimas son menores de edad suelen ser adolescentes de entre 16 y 17 años, aunque a primeros de año hubo una que implicaba a hombre. Hasta el 25 de agosto de este año 2022 se diferenciaba entre abuso sexual, menos penado, y agresión sexual. La nueva Ley de la Libertad Sexual, que entró en vigor en esa fecha, elimina los dos supuestos para tipificarlos como agresión sexual.
