Comida, una riñonera con juguetes y documentación, un escaso botín para arriesgar dos años de libertad, tiempo de condena que exige la Fiscalía que se imponga al acusado de romper los cristales de dos vehículos estacionados en Benavente para poder acceder al interior y robar objetos que estaban a la vista. El imputado causó daños en los dos automóviles que ascienden a 512,29 euros y a 208,84 euros, de acuerdo con la acusación del Ministerio Fiscal que exige la condena a dos años de prisión para el varón detenido por la Guardia Civil en 2019.

El acusado, con antecedentes por robar en la capital de Zamora, no contaba con la presencia de testigos cuando fue sorprendido el 9 de junio de 2019 con la mitad del cuerpo metido por la ventanilla de dos turismos mientras cometía los delitos en la calle de la Rosa y en la de la Viña.

Uno de los robos que se imputa al zamorano, de iniciales R.M.G., ocurrió justo cuando una mujer circulaba por una de las vías y se sorprendió al observar que una persona estaba con la mitad del cuerpo dentro de un turismo estacionado en la calle.

Ronda de reconocimiento

En el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal en ausencia del presunto ladrón, la testigo manifestó que “le vi y podría identificarle”, como así lo hizo cuando acudió a la Guardia Civil, donde le mostraron diversas fotografías en una ronda de reconocimiento en la que apuntó a R.M.G. como el individuo que vio en la actitud indicada.

Otro benaventano realizó un relato muy similar al anterior, ya que la forma de delinquir del sospechoso parece ser la misma: romper el cristal de una puerta del vehículo para colarse al interior y sustraer los artículos que ha localizado en el interior previamente.

Una de las personas perjudicadas, a la que robó comida y la riñonera, llegó a ver de espaldas al ladrón, mientras que su hermano echó a correr detrás de él para intentar que no escapara, declaró en el juicio.

Mientras que el abogado del acusado solicitaba la absolución por falta de pruebas que inculpen al acusado por los dos delitos de robo con fuerza en el interior de vehículos, la Fiscalía se mantenía firme en la solicitud de la pena a dos años de prisión por la rotundidad de las declaraciones de los testigos que le identificaron al poco de ocurrir los hechos juzgados.