La inflación marca el inicio del curso y preocupa a las familias, que sienten cómo su poder adquisitivo ha mermado de manera evidente a lo largo de los últimos meses. La entrada en el otoño obliga además a ir pensando de qué manera se actualizarán los salarios en 2023 para compensar o, al menos, paliar ese incremento del coste de la vida. En el caso de los empleados públicos, la decisión aún no está tomada, aunque todas las informaciones apuntan a que el incremento se quedará lejos de la subida anual de la cesta de la compra, que podría situarse en el 8% al cierre del ejercicio.
En el caso de Zamora, la negociación salarial de los empleados públicos afecta a más de 11.000 personas, que se encuentran pendientes de ver cómo evolucionarán sus emolumentos a partir de enero. Mientras, sindicatos como el CSIF advierten de la llegada de “un otoño muy caliente” ante un incremento del coste de la vida que no se corresponde con las subidas que se plantean. Así lo analiza la presidenta del colectivo en la provincia, Rosa Herrero, que recuerda que ya hay una movilización prevista en Madrid para el 24 de septiembre y que subraya que los funcionarios ya vieron recortados sus ingresos hace diez años a raíz de la crisis.
El momento de protestar
“Llevamos una pérdida acarreada de muchos años, y el momento de protestar es ahora”, defiende Herrero, que apunta directamente al Ejecutivo central como la fuerza capaz de desbloquear la situación de manera favorable. La responsable sindical considera que el tema de los empleados públicos está siendo “un foco de tensión” dentro de un Gobierno que podría elevar una propuesta de incremento salarial de en torno al 3%, según ha trascendido recientemente.
Para Herrero, se hace necesaria una subida “justa y acorde al coste de la vida” para unos trabajadores cansados y a quienes se le agotan los recursos, y la representante de CSIF no es la única que cree que es preciso un esfuerzo. Desde Comisiones Obreras, la responsable provincial, Trinidad Acebes, demanda un incremento, aunque acepta que “no sería prudente” llegar al 8% del IPC. Lo que plantea su sindicato es alcanzar ese porcentaje a través de una subida pactada en tres ejercicios que comenzara por un 3,5% de cara a 2023.
Capear el otoño
La representante de Comisiones Obreras señala que la inflación subyacente también está afectando de forma considerable a los ciudadanos, una opinión que comparte Ángel del Carmen. El responsable provincial de UGT espera que se produzca una negociación y que se puedan capear un otoño y un invierno que se prevén “complicados por todo”, principalmente por “una inflación desbocada” que condiciona también al sector privado.
Entre las dificultades que marcan la negociación salarial que se debe afrontar para marcar el futuro económico inminente de los empleados públicos, conviene señalar el gran impacto que tiene cualquier pequeña subida para las arcas públicas, a la vista de la gran cantidad de afectados que hay en todo el país. Solo en el caso de Zamora, un aumento del 3% supondría un gasto extra anual de siete millones de euros, en una estimación aproximada.
