La Opinión de Zamora

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La incertidumbre por la implantación de la Lomloe marca el comienzo del nuevo curso en Zamora

Profesores y padres evidencian las incógnitas que provoca la nueva ley educativa en el currículo y en la compra de los libros de texto

Una mujer compra libros de texto. EMILIO FRAILE

La implantación de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE este curso que está a punto de comenzar —la archiconocida Lomloe o Ley Celaá— es la gran protagonista de este septiembre en las aulas. Y no solo porque vaya a modificar algunos aspectos del currículo, sino porque en algunas comunidades, entre ellas Castilla y León, todavía no se ha publicado el decreto sobre enseñanzas mínimas, lo que influye directamente en la estructuración del dicho currículo y, por consiguiente, en la forma de impartir las clases.

Sin esa consigna, ni los profesores tienen claro el desarrollo de las materias ni las editoriales pueden publicar con un 100% de garantías los libros de los cursos que este año están afectados por este cambio —se comienza modificando los impares—, con la materia correspondiente, lo que repercute en que no está clara la compra del material escolar, por lo que también este cambio de ley afecta a las familias, en último lugar y a sus economías, a lo que hay que sumar la inflación, que también es visible en el aumento del precio de los libros de texto.

A estas alturas aún estamos sin decreto definitivo del currículo de Primaria”, recuerda Ramón Domínguez, presidente de la Junta de Personal Docente en Zamora. “No se puede pedir a los profesores que elaboren las programaciones con los borradores. Es como si un juez juzgara con una ley todavía no publicada, sería un absurdo”, compara. Esta situación, además, también afecta a los colegios a la hora de organizar las clases. “Los centros desconocen cómo elaborar los horarios, pues no saben el número de horas lectivas de forma clara”, denuncia Domínguez.

La incertidumbre por la implantación de la Lomloe marca el comienzo del nuevo curso

La misma sensación de incertidumbre se vive entre las familias zamoranas, sobre todo aquellas con niños que inician las clases este próximo 9 de septiembre —Infantil y Primaria—, según confirma Marina Álvarez, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Zamora. “Sabemos que la ley se tiene que aplicar, pero no sabemos cómo, tampoco sabemos cuántos libros van a cambiar. Los centros apenas han dicho nada, así que nos preocupa la inversión que van a hacer los padres, porque en estos momentos no podemos saber si va a ser mucha o poca, ya que no sabemos si los centros decidirán cambiar todos los libros o solo los de los cursos impares”, explica.

La incertidumbre por la implantación de la Lomloe marca el comienzo del nuevo curso

Esa es la principal preocupación a pocos días del comienzo del curso 2022-2023 de los padres, quienes reivindican que estas adaptaciones se tenían que haber hecho antes. “El nuevo currículo tendría que haberse publicado durante el anterior curso escolar, para que los profesores supieran los libros que se iban a necesitar en septiembre. Sin embargo, con esta situación, lo único que han podido hacer es salir del paso como buenamente han podido. Así que los padres estamos a la espera de ver qué ocurre finalmente”, indica. Y es que algunos profesores sí que han recomendado los libros de este nuevo curso, pero las familias ahora no están seguras de si esos ejemplares “deberán ampliarse o cambiarse”, sospechan desde FAPA Zamora.

La incertidumbre por la implantación de la Lomloe marca el comienzo del nuevo curso

Para la federación, esta no es la única incógnita con la que se toparán las familias zamoranas. “El plan Releo también va con retraso, todavía no se sabe lo que se va a aportar. Y sobre el transporte escolar tampoco se nos ha informado; solo esperamos que las rutas que empiezan con los CRA en Primaria estén activas”, desea Álvarez.

En la parte positiva, las familias valoran los trabajos de mejora que se están haciendo en algunos colegios de la capital, por parte del Ayuntamiento, para ampliar las aceras y evitar la cercanía del tráfico. “Espero que las aglomeraciones no sean como antes en las entradas y salidas”, confía la presidenta de FAPA.

Desde el ámbito docente, se apunta que, al haber superado las restricciones por la pandemia, se eliminan las 1.300 plazas de turno COVID. “De salida, esto se va a notar en las plazas que se ofertan a los profesores interinos que acaban de pedir en su adjudicación de vacantes”, señala Domínguez. Precisamente, uno de los puntos calientes de este curso será el proceso de estabilización de interinos a nivel nacional. “Pasarán a ser funcionarios definitivos y solamente con un concurso de méritos. Además, se convocará un concurso oposición con algunas variaciones con respecto al que ha regido hasta ahora”, detalla.

La incertidumbre por la implantación de la Lomloe marca el comienzo del nuevo curso

Por otra parte, aplaude el presidente de la Junta de Personal Docente que la labor de los sindicatos haya conseguido una reducción de las horas lectivas de los profesores, así como en las ratios de los alumnos por aula. “Todo esto debería redundar en una mejora de la calidad de la educación”, subraya. “Recordamos que la administración no debe dejar de lado y olvidarse de los docentes, que son los verdaderos artífices de que el sistema educativo funcione”, añade.

Con toda esta situación, y a pesar de las incertidumbres, los profesores ya comenzaron el pasado jueves a acudir a los colegios para ultimar los detalle del inicio de curso, haciendo hincapié en la programación y desarrollando los proyectos que marcarán el nuevo año escolar, como en el colegio Divina Providencia. Su directora, Yolanda Concejo, aplaude que las medidas COVID ya se hayan relajado por la mejora de la situación pero advierte que “aunque los niños puedan venir ya sin mascarilla, se respetará a aquellos padres que decidan que sus hijos la sigan llevando”. Además, desde el colegio, algunas de las normas que se impusieron en la pandemia se quedarán, como los diferentes tramos en el horario de entrada y salida. “Es una medida positiva”, defiende Concejo.

La incertidumbre por la implantación de la Lomloe marca el comienzo del nuevo curso

Los sindicatos y la Junta de Personal Docente anuncian, para finalizar, que estarán “vigilantes para que la consejería cuente con la opinión de los docentes, que son los verdaderos conocedores de los centros, de las necesidades de los alumnos y de los profesores, para que no todo se dirima y arregle desde los despachos”, y desean un inicio de curso “que discurra sin problemas y en beneficio de los alumnos”.

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