El colorido, la música y, sobre todo, la alegría inundan la ciudad estos días de la mano de los 300 integrantes de los grupos de cinco países que participan en el Festival Internacional de Folklore de Zamora que arrancó su presente andadura el jueves en Toro.

Los variados y vistosos trajes, los peinados y maquillajes incluso los instrumentos que las distintas formaciones exhiben sobre los escenarios pudieron contemplarse más de cerca en el pasacalles que efectuaron los colectivos desplazados a Zamora desde Hungría, México, Polonia, India y desde Albacete antes de subirse al escenario de la plaza de la Catedral, donde, nuevamente, encandilaron al público con las muestras de sus respectivas culturas tradicionales.

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Festival Internacional de Folklore de Zamora Ana Burrieza

Las banderas de del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore y Artes Folclóricas, que acreditan que el festival zamorano pertenece a él, y de la Unión Europea abrían el cortejo mientras sonaba el himno de la Concha, interpretado por los músicos de la Asociación Etnográfica Don Sancho, cuyos bailarines iban ataviados de carbajalinos.

Tras ellos desfilaron la representación de Hungría y la de la India, cuyos artistas iban moviendo los brazos coreográficamente tanto ellos como ellas, que portaban un colorido tocado observado por el público.

Los mariacheros daban paso a los bailarines mexicanos vestidos de blanco que en su segunda actuación en Zamora dieron a conocer el folclore de la región de Veracruz.

A continuación, desfilaron el grupo de Albacete que avanzaba por las calles del casco antiguo interpretando los músicos, entre los que se encontraba un pequeño con una bandurria adaptada a su tamaño, un fandango.

La bandera de Polonia y un cartel con el nombre del país escrito en inglés precedía a los artistas que portaban coloristas prendas y caminaban a buen ritmo cantando al son de una acordeón y de un violín.

Animación matinal

Si animado fue el desfile no menos lo fueron las actividades matinales, donde los participantes interactuaron con los zamoranos y entre los propios artistas. Así durante el vermú musical en la populosa calle de los Herreros muchos dieron a conocer las danzas y músicas de su tierra a los zamoranos y a integrantes de otras naciones presentes en el festival.

Entre las muchas anécdotas que deparó la jornada figura una protagonizada por el grupo de Abuela Santa Anade, de Albacete. Los manchegos bailaron, en las inmediaciones de la Plaza Mayor, una jota a una pareja de recién casados con los que se cruzaron. “Es una tradición existente en nuestra tierra” según les explicaron a los contrayentes muy sorprendidos al igual que los viandantes que se toparon con la singular escena.

“¡A ver si tocan el himno de la Concha!” decía una joven zamorana a una amiga que contemplaba cómo los músicos de Tradición y Música Popular amenizaban el baile de extranjeros con los componentes de las gigantillas en la Plaza Mayor, una escena que previamente había tenido lugar en la plaza de Viriato. Allí el colectivo gigantero hizo una pausa en su pasacalles de recepción a los grupos participantes antes de la recepción oficial efectuada en la Encarnación.

Recepción oficial

El animado y desenfadado acto contó con la presencia de representantes del Ayuntamiento, de la Diputación y de varios representantes del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore y Artes Folclóricas de España.

El primero en tomar la palabra fue el concejal de Turismo, Christoph Strieder, quien agradeció a los presentes su trabajo de defensa de las tradiciones populares, mientras que el diputado de Cultura, Jesús María Prada Saavedra les animó a disfrutar del patrimonio histórico, de las calles y plazas de Zamora y de la gastronomía. Por su parte el vicepresidente de Cioff España Miguel Alonso Gómez deseo “la mejor suerte en su andadura” al festival de Zamora e instó a las instituciones a “seguir apoyándolo” y la tesorera del colectivo, Ana García, entregó la bandera de Cioff al director del festival, Antonio Martín, uno de los muchos momentos emotivos de la recepción.

Posteriormente hubo un intercambio de regalos entre las distintas delegaciones y la organización, llevada a cabo por la Asociación Etnográfica Don Sancho, jalonado de risas, vítores y fotografías. Los primeros en subir al presbiterio de la antigua iglesia fueron los representantes de Polonia, tras ellos Abuela Santa Ana de Albacete, de Alba Regia venidos desde Hungría, Shivam Nrutya de la India, y la compañía Katros de México que cantó “Cielito lindo”, logrando una ovación de los presentes.

El Festival Internacional de Folklore de Zamora concluye el domingo con un taller de danza en la calle, a las 11.30 horas en la plaza Sagasta, tras lo que de nuevo habrá un vermú musical en los Herreros y a las 20.00 horas dará comienzo la gala de clausura en la plaza de la Catedral con las actuaciones de los grupos de Polonia, Salamanca, India, Hungría y de México.