Según el INE, Zamora cuenta con 23.500 personas que viven solas en su vivienda, de las cuales 10.000 son viudas. En España, la soledad afecta al 23,8 % de las personas mayores, alcanzando la cifra del 25,5 % en Castilla y León, con predominio de mujeres. Por lo tanto, los hogares unipersonales se han incrementado en el territorio provincial y las personas que viven solas son ya, un 13% del censo.

La forma de convivencia más común en las personas de 65 o más años es en pareja sin hijos en el hogar (40,7%) seguida de solas (22,5%) y en pareja con hijos en el hogar (19,1%). Mientras que entre las de 85 y más años, sin considerar las que viven en residencias de ancianos o instituciones similares, lo más habitual es que vivan solas, el 34%.

La soledad no deseada es aquella que afecta sobre todo a los sujetos más longevos y los pone en una situación más vulnerable y es por lo que se producen situaciones negativas para la salud. Por esto, se ha creado un proyecto europeo, Moai Labs, para combatir la soledad y el aislamiento social de las personas mayores, cuyo objetivo principal es la creación del primer laboratorio en Europa dedicado a la investigación multidisciplinar y a la innovación social.

Esta soledad supone riesgo de muerte prematura, empeoramiento de la salud, deterioro físico y cognitivo, enfermedad mental y pérdida de calidad de vida. A todo ello, se suma que el aislamiento social de las personas mayores es un fenómeno de difícil detección y solución, que no cuenta con programas integrales específicos para su manejo. Este problema se ha agravado tras la pandemia de COVID-19, debido a las medidas de aislamiento y distanciamiento social implantadas por el Gobierno.

El reto de la idea Moai Lab, Laboratorios de Inteligencia Colectiva y Tecnología Sociosanitaria para combatir el aislamiento y la soledad de las personas de la tercera edad es apoyar la generación de conocimiento y de aportar soluciones vanguardistas en diferentes sectores, combinando abordajes para un envejecimiento activo y saludable, orientados a mejorar la salud y la participación de las gentes que envejecen y garantizando su seguridad, protección y cuidado. Se crearán grupos consultivos, por una parte, los Grupos de Expertos por Experiencia, formados por mayores que experimentan incomunicación, y, por otra, Grupos de Demanda Temprana, formados por empresas y administraciones públicas que buscan ofrecer soluciones innovadoras al desafío de la soledad. Este proyecto está coordinado por Fundación Intras y cuenta con la participación de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, entre otras fundaciones.

Además, a través de este plan, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León trabaja para prevenir y lidiar esta problemática social con la elaboración del Plan de Acción de Castilla y León contra la Soledad no Deseada y el Aislamiento Social, gracias al cual las personas mayores en situación de desamparo no deseada tendrán derecho a prestaciones sociales específicas por esta situación, incluso aunque no tengan ninguna otra necesidad económica o social.

Territorio envejecido

Este innovador proyecto será muy positivo para la provincia zamorana, ya que la gran mayoría de la población son personas mayores, consecuencia de una mezcla de escasa natalidad, la emigración juvenil y el incremento de la esperanza de vida. La provincia ha llegado al punto de ser el segundo territorio de Europa con menos niños. La media de edad de los zamoranos pasará de los 60 años en 2040. De hecho, entre ese año y el 2055, la provincia será el territorio más envejecido de toda la Unión Europea, según la previsión realizada el año pasado por la agencia Eurostat.

Estos datos no dejan de ser una proyección de lo que puede ocurrir si las tendencias se mantienen, ya que hay que recordar que la provincia, ya está a la cabeza del envejecimiento en España y que tiene una media de edad por encima de los 51 años, seguida de Orense.