La Opinión de Zamora

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Francisco Prieto Gerente de Zamora 10

“Zamora 10 ha despertado conciencias, si continúa o no depende de los empresarios”

“Hubo discrepancias internas con CEOE y con la Cámara de Comercio, pero las formas de hacer las cosas no fueron las mejores: a día de hoy, todavía no me han llamado para decirme que se van”

Prieto Toranzo. EMILIO FRAILE

Francisco Prieto Toranzo es gerente de Zamora 10 desde el verano de 2017. Cinco años en los que ha estado al frente de una organización empresarial que ahora ya ve su final, al menos en su forma actual, a finales de este año. Tiempo de hacer balance de lo hecho, de lo que no se ha podido hacer, de las polémicas vividas y del abrupto final de la asociación para el desarrollo de la provincia, final precipitado tras el abandono de la misma por parte de CEOE-Cepyme y de la Cámara de Comercio de Zamora.

–¿Cómo valora los cinco años de plena actividad de Zamora 10?

–Creo que es un balance que tiene que ser positivo, aunque es incompleto. Hemos conseguido impulsar determinados proyectos que son buenos para la provincia, pero sobre todo hay algo que hemos conseguido y ha sido cambiar la forma en la que los zamoranos miran a los problemas de su tierra y se enfrentan al futuro. Nuestro mayor éxito ha sido despertar conciencias, hemos iniciado un proceso de autocrítica y hemos cambiado la forma en la que los zamoranos entendemos los problemas de la provincia, que nacen de nuestra propia actitud e indolencia.

–Vamos a la parte más práctica, a los proyectos concretos.

–Nosotros empezamos con 10 y después ampliamos a 22 fruto de la insistencia de los propios empresarios. Hemos concluido algunos y otros se han quedado sin poder avanzar por diferentes causas. Por eso digo que el balance es positivo pero incompleto.

–Costó empezar a andar…

–Los dos primeros años estuvieron llenos de trabas y de situaciones que no nos gustaban. Nos hubiera gustado tener más colaboración, que nos hubieran entendido. En algunos casos no se nos entendió y en otros no se nos quiso entender, lo que hizo que fuéramos más despacio de lo que Zamora necesitaba y de lo que nos hubiera gustado.

Francisco Prieto, en su despacho. | | EMILIO FRAILE

–¿Con qué se queda? ¿Cuáles han sido los principales logros de Zamora 10?

–Por supuesto la Escuela Internacional de Industrias Lácteas y la fundación. También Fromago, que de alguna manera lo hemos impulsado. También la Marca Zamora. Hemos impulsado el Centro de Innovación del Ovino. No vamos a ver finalizado Monte la Reina, pero hemos trabajado mucho en ello, como hemos ayudado con la N-122. También lo relacionado con la España Vaciada, fuimos los primeros que pusieron el foco de atención en el problema de la despoblación, que se estaba cebando con Zamora.

–Y hay otros que se han quedado por el camino.

–En el tema de Baltasar Lobo no pudimos avanzar más, como en el Mercado de Abastos, el Centro Integral de Turismo, el tema del Cerco de Zamora o la Oficina de Inversiones que diseñamos y se ha quedado por el camino. También queda la espina de los cursos de español para extranjeros, que estaban ya perfilados con la USAL y que quedaron parados por la pandemia.

–En ocasiones las relaciones con las administraciones no han sido todo lo fluidas que uno podría esperar.

–Hubo un momento en el que ellos entendían que esto era un movimiento político encubierto, sobre todo la anterior presidenta de la Diputación de Zamora. Pasó el tiempo y todo el mundo se dio cuenta de que no teníamos voluntad ni interés político. Ha habido roces, cierto, pero es que eso es lógico porque Zamora 10 ponía sobre la mesa las carencias y fallos de lo que hacían las administraciones. Nuestro objetivo nunca ha sido el enfrentamiento, pero hemos sido pragmáticos y no entendíamos las demoras de las administraciones y las reticencias en muchos aspectos. No hemos buscado el enfrentamiento, aunque en ocasiones ha sido inevitable.

Zamora 10 acaba en su actual formato, pero queremos cerrar la actividad de una manera ordenada

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–Cuando se convocaban las reuniones y alguna administración no se presentaba, como alguna vez hizo el Ayuntamiento, ¿no pensaron en abandonar?

–No. Nosotros le decíamos al Ayuntamiento de Zamora que si ellos no estaban de acuerdo con lo que hacíamos, que lo dejaran. Lo que no tenía sentido era que hubieran firmado un protocolo de actuación, que dijeran públicamente que querían colaborar con nosotros pero que luego no lo hicieran.

–Quizás el caso del Museo de Baltasar Lobo ha sido el ejemplo perfecto de la falta de entendimiento con el Ayuntamiento en muchos aspectos.

–Puede ser. Nosotros trabajamos, conceptualizamos el tema y llegamos a una conclusión, que era contraria a los planes del Ayuntamiento. Les dijimos lo que pensaba Zamora 10, que era lo que pensaba un grupo de trabajo con gran representación del mundo cultural zamorano. Insistimos en que el Ayuntamiento Viejo no era el lugar para el museo, pero…

–El equipo de Gobierno siempre ha defendido que el Ayuntamiento Viejo ha sido su apuesta, incluso lo llevaban en su programa electoral.

–Se ofrecieron dos alternativas, y cuando nos dijeron que no lo iban a hacer ya mandamos una nota y ahí nos quedamos. Evidentemente la obra de Lobo es del Ayuntamiento y la decisión es suya. Nosotros decimos lo que pensamos. Si nos dicen que no, pues ya está. Lo mismo pasó con el Mercado de Abastos, nos dijeron que no querían hacer lo que proponíamos, pues ya está. Nosotros no hacemos más que evidenciar nuestra postura, decir lo que pensamos. No entendíamos el enfrentamiento.

–Con la Diputación las relaciones mejoraron con la llegada de Francisco Requejo.

–Con Mayte Martín se juntaron varias cosas. Ella pensaba que había un tema político detrás. Incluso antes de empezar, cuando conoció los diez proyectos, ya dijo que esos proyectos estaban hechos. Fue una cuestión personal. De hecho, hubo gente del equipo de Martín Pozo que después vino a pedirnos disculpas por su actitud. El nuevo gobierno entendió que Zamora 10 es una herramienta. La Junta eso lo entendió desde el principio.

–Y en esta situación se llega al momento en el que Cámara de Comercio, CEOE y Azeco abandonan Zamora 10. ¿Qué pasó entonces?

–Aquí quiero dar solo información, sin entrar en opiniones. Ellos se van el 24 de febrero. A día de hoy a mí, como gerente, no me ha llamado nadie para decirme que se van. Llego a mi despacho y me encuentro dos cartas certificadas diciendo que se van y es la única información que tengo. Nosotros habíamos aprobado los presupuestos de 2022 el 14 de diciembre, que se discutieron y se aprobaron. Si había intención de abandonar no entiendo por qué se discutieron esos presupuestos.

–¿Había discrepancias previas?

–Sí, algunas evidentes. Desconozco las causas, pero hay un momento clave. Como se sabe, la Fundación de Industrias Lácteas está aquí, en la sede de San Torcuato. Está aquí porque lo pidieron los queseros, porque era lo más cómodo, lo más barato y porque cuando echó a andar de forma independiente había que dar un traspaso de conocimientos. En un momento dado, en diciembre, a mí se me pide que deje de colaborar con la Fundación y que se vayan de aquí. Dentro de Zamora 10 hay gente que dice eso y gente que dice que no, que es Caja Rural. Llegados a ese punto, yo traslado a la fundación la petición de que se vayan y la entonces presidenta escribe una carta a Zamora 10 pidiendo que se reconsidere la decisión. Cámara de Comercio y CEOE contestan a la carta diciendo que se vayan. Cipriano García, presidente de Zamora 10, dice que no firma esa carta y presenta su dimisión como presidente en una reunión en febrero. Yo tiro de estatutos, que dicen que el vicepresidente será presidente en ausencia de este. Esto es: José María Esbec sería presidente de Zamora 10. Le pido que firme la carta para expulsar a la fundación de la sede, pero tampoco lo hace. Pasan los días, y un viernes Cipriano García dice que se firme la carta y se oficialice su dimisión. El lunes, dos días después, ellos abandonan Zamora 10.

Caja Rural apoyará el proyecto, si sigue adelante, pero hay que cambiar de caras: yo no estaré

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–Aún con esta situación, todo indica que había discrepancias previas…

–Sí, pero es que insisto. En diciembre organizamos todo el ejercicio 2022, se organiza todo… Parece que buscan la disculpa para irse.

–Sea como fuere, el abandono de CEOE-Cepyme y Cámara de Comercio hiere de muerte a Zamora 10.

–Era una organización empresarial y no tiene sentido si no hay organizaciones empresariales detrás. Pero hay que destacar el interés de Cipriano García para no “ensuciar” más. Él siempre ha dicho, y estoy de acuerdo, que no hay que crear más problemas de los que ya tenemos. Llevamos tres meses en los que se nos está poniendo a parir en todas las esquinas. Como decía antes, esto no tiene sentido sin organizaciones empresariales, pero sí tenemos el suficiente sentido común para decir que estoy no se puede cerrar de cualquier manera. Por eso se han planificado estos meses, para intentar dar un orden.

–¿Qué queda por hacer?

–Intentar empujar los últimos proyectos que estaban ya conceptuados, apoyar hasta el último momento a los que están en funcionamiento, como el Centro de Innovación del Ovino, Ovinova o Dinamiza Zamora. Y ya está. Pero Zamora 10 no se cierra inicialmente. Acaba en su forma actual, con el liderazgo de Caja Rural. La entidad, como líder del proyecto, da un paso atrás. Lo cual es lógico, porque no es una organización empresarial. Ahora serán los empresarios los que tienen que dar el paso y decidir si Zamora 10 tiene que continuar. Nosotros se lo hemos dicho: si queréis que siga, os damos entrada para que continuéis.

–Parece complicado vislumbrar un futuro más allá de diciembre…

–Caja Rural ya ha dicho que lo apoyará, pero desde fuera. Las instituciones han dicho que adelante. Tanto la Junta como la Diputación han dicho que este era el movimiento ciudadano más importante de Zamora en los últimos años. Caja Rural da un paso al lado y yo no estaré, porque entendemos que los proyectos nuevos necesitan caras nuevas. No podemos estar estirando esto. Zamora 10, en su concepto actual, ha llegado hasta aquí y ahora quien lo coja, si es que lo coge alguien, tendrá que seguir llevándolo.

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