El mundo empresarial llora la pérdida del conocido y reconocido compañero José Isidro Nates Merodio, fallecido hoy a los 78 años de edad en la capital, una de sus figuras imprescindibles hasta el año 2005, desde 1977 como fundador de la primera organización empresarial de la provincia, la Asociación Zamorana de Empresarios (AZE), y de la de Castilla y León, origen de la actual CEOE-Cepyme de ambos territorios.

Formó parte de la Junta Directiva de la CEOE de Zamora y de la Cámara de Comercio, donde también desarrolló un papel fundamental hasta la mitad de la primera década de este siglo XXI al formar parte del equipo del expresidente de la institución cameral, de Manuel Vidal, desde 1998, a quien acompañó en esa su primera candidatura.

Capilla ardiente y vigilia

Con él se va un importante capítulo de la historia política y empresarial de la provincia. La capilla ardiente está instalada en La Soledad y a las 11.15 horas de mañana, 14 de agosto, en la iglesia de San Juan tendrá lugar una vigilia. El entierro tendrá lugar en Castro Urdiales.

Su última aparición pública fue en 2014, cuando su querida Cámara de Comercio le concedió la Medalla a la Lealtad Empresarial en 2014 por su trayectoria al frente de la empresa Levira, de la que fue consejero delegado desde los años 90 del siglo pasado hasta su jubilación.

Fue gerente de este periódico durante dos años aproximadamente, entre 1988 y 1990, antes de la cabecera pasara al Grupo Prensa Ibérica como LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en 1993. Es entonces cuando Nates se hace cargo del grupo Levira en Zamora donde permaneció 23 años. Participó activamente en el relanzamiento del diario y dirigió su reconversión industrial cuando este dejó de pertenecer a la prensa del movimiento tras la dictadura y pasó a manos privadas. Nates, admirador como era del periodismo y consciente de su poder, trabajó codo con codo con los empresarios de renombre de la provincia, como Emilio RonceroPepe Reglero o Ildefonso Boizas, que apostaron por la prensa local.

José Isidro Nates, nacido en Castro Urdiales, pero arraigado en Zamora desde muy joven tras casarse con una zamorana, Inés, con quien tiene una hija, Elisa, se asienta en la capital del Duero para ser administrador de la empresa de la fábrica de tejidos de San Jerónimo durante ocho años, durante los que llevó a cabo su reconversión industrial. Sus primeros años de carrera profesional los desarrolló como secretario del Conde de Bornos en Madrid, una vez finalizados sus estudios en Bilbao.

Nates siempre se guardaba un as en la manga por aquellos años, conocido por su sagacidad y por atesorar mucha información del más alto nivel sobre las élites de Zamora, ha fallecido tras luchar contra una enfermedad que frenó en seco sus años de jubilación, rompió esa sonrisa eterna sonrisa que siempre le acompañaba.

Nates, segundo por la derecha, en la foto de familia de los Premios Mercurio y Vulcano de la Cámara de Comercio JOSE LUIS FERNANDEZ

De personalidad cautivadora y carácter afable, destacó por su audacia e inteligencia para navegar en las procelosas aguas de la CEOE-Cepyme en aquellos años de cambio y lucha por controlar el órgano de representación de los empresarios zamoranos, en una época en la que las firmas de zamoranos en el ámbito de la construcción, especialmente, y del comercio aún tenían un peso específico en la economía de la capital y de Castilla y León, capaces de "quitar y poner" cargos políticos y públicos.

Nates durante su discurso al recoger la Medalla a la Lealtad Empresarial. JOSE LUIS FERNANDEZ

Nates fue pieza imprescindible en los despachos en los que se movía la política de la capital y la provincia, tanto que conoció a todos los protagonistas del famoso "Caso Zamora", la investigación judicial que se abrió contra altos cargos del PP en la provincia y en la Diputación Provincial, y contra conocidos empresarios de la construcción por el presunto pago de comisiones para supuestamente financiar al partido, archivado finalmente por la justicia.

Integrante activo de La Montañera

Positivo, generoso, campechano y alegre, sabía cómo sacar una sonrisa, aunque era de carácter firme. La montaña fue otra de sus pasiones que le vinculó durante años a la Agrupación Montañera Zamora, de la que fue casi fundador y en la que llegó a tener un lugar destacado, con una participación muy activa.

Años después, estaría en la formación en 2005 de otra organización dedicada al senderismo, al Camino de Santiago y a la naturaleza, la Asociación Semurandar, iniciativa de un grupo de amigos, con los que compartió muchas horas de ocio y disfrute.