El Ayuntamiento de Zamora y la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) han alcanzado un acuerdo para prorrogar el contrato de cesión del edificio del Banco de España hasta 2034. Es decir, diez años más. El trato, firmado ya por escrito, supondrá una considerable reducción del precio que paga en estos momentos el municipio, y es que, una vez expire el acuerdo actual en mayo de 2024, la renta pasará a ser de 28.812 euros fijos anuales. En estos momentos, la ciudad abona 102.338, una tarifa que además se actualiza con el IPC, que se prevé por encima del 8% en 2022.

El acuerdo de 2014

Este anuncio abre un nuevo escenario en el acuerdo sellado inicialmente por Segipsa y el Ayuntamiento en 2014, cuando el Partido Popular gobernaba la ciudad en solitario. El equipo de Gobierno dirigido entonces por Rosa Valdeón acordó con la sociedad mercantil una cesión por diez años a cambio de un alquiler inicial de 90.000 euros anuales, que se ha ido actualizando de la mano de la subida de los precios. Esas cifras se mantendrán hasta mayo de 2024.

A partir de ahí, entrará en vigor el nuevo acuerdo alcanzado por el actual equipo de Gobierno, un trato que se extenderá en principio hasta 2034 y que debe formalizarse en el seno del Pleno municipal y en el consejo de administración de la sociedad mercantil. El alcalde, Francisco Guarido, confirmó este martes que la expectativa es lograr ese compromiso en la sesión de septiembre, algo que logrará con o sin el respaldo del resto de los grupos, dada la mayoría absoluta de la que disfruta Izquierda Unida.

La ubicación elegida

Con este movimiento, y aunque no se haya obtenido la deseada cesión gratuita del inmueble, queda descartada la posibilidad de que el Ayuntamiento de Zamora busque una nueva ubicación para el traslado de la Policía Municipal y el archivo, que se moverán al edificio del Banco de España si el equipo de Gobierno logra finalmente desbloquear un proyecto que le lleva dando problemas desde la llegada de Guarido a la Alcaldía en 2015.

El propio mandatario municipal, que celebró el ahorro del 80% que supondrá el nuevo acuerdo con Segipsa a partir de mayo de 2024, confirmó también que ya está “casi finalizado” el proyecto de rehabilitación del inmueble. De hecho, ese documento debería estar en manos del Ayuntamiento antes de que concluya agosto, con el fin de que los plazos sigan su curso.

El alcalde aseguró que esta es “una obra prioritaria”, y reconoció la parte de responsabilidad de su equipo de Gobierno en los retrasos sucesivos que se han producido desde 2016: “Es una de las cosas que no nos ha salido bien. Es una obra que teníamos empantanada, pero creo que le estamos dando una solución muy correcta”, apuntó Guarido, que deslizó que el precio de licitación será sensiblemente más elevado, para evitar los problemas sufridos previamente. Además, el responsable municipal mantuvo la esperanza de que las obras comiencen a final de año, para que todo este listo al cierre del ejercicio 2023.

Los usos

Guarido defendió, además, la idoneidad del edificio para los próximos usos, por la amplitud de la parcela y su ubicación “céntrica y muy bien comunicada”. “Legalmente, no podíamos conseguir que la renta fuese cero, y la intentamos bajar sustancialmente”, justificó el alcalde de la ciudad, que reiteró que la inversión pública prevista “va a compensar” a la ciudad.

Con todo, mañana se cumplirán seis años desde que Francisco Guarido firmara el acta de replanteo que daba el pistoletazo de salida de un proyecto que aún no ha visto la luz. Por el camino, ha habido dos espantadas y alguna licitación declarada desierta ante la falta de atractivo. El alcalde criticó este martes los errores de sus predecesores en el germen del proyecto, pero también asumió “la parte que le toca a este equipo de Gobierno”.