Un hombre que sufrió un disparo con balines en el cráneo acusa a su vecino del bloque de enfrente, del que fue amigo hasta no hace tanto, del impacto con arma de aire comprimido que le condujo directamente al quirófano para extraerle “un cuerpo extraño alojado” bajo la piel que “gracias a que el hueso es lo suficientemente duro, no penetró hasta la masa encefálica”, indican fuentes cercanas a la investigación.

El vecino de Zamora herido, residente en el barrio de San José Obrero, sostiene que un buen día, las diferencias que les distanciaron, llevaron al vecino a “salir a la ventana y meterle un perdigonazo”. Era el 26 de abril de este año cuando se producía este episodio, afirma.

Denuncias cruzadas

El suceso podría haber terminado con una denuncia por estos hechos en el Juzgado y la consiguiente investigación, pero el herido se encontró un buen día en la calle con su examigo y prefirió hablarle: le pidió que no volviera a dispararle, según manifestó en su declaración. Y no se resistió a instarle a arreglar las diferencias de tú a tú.

La cita se fijó para junio y llegó con sorpresa, sostiene. En un vehículo, el supuesto autor del disparo bajó del coche acompañado por su hermano y dos mujeres, esta vez con una barra de hierro, al igual que su pariente, que habría agredido en la cara a quien les esperaba, siempre según la versión que consta en las diligencias. Las lesiones consistieron en una herida cerca de un ojo.

El otro herido sostiene que llevaba un bebé en brazos cuando recibió el golpeó con el hierro en la cabeza, después de que el varón había recibido en abril el perdigonazo se le aproximarse sin más.

El acusado lo niega

El acusado niega estos hechos, quien sostiene que logró arrebatar a uno de los hermanos la barra de hierro, pero sin golpearle en la cabeza, declaró ante el juez de guardia. Tras protagonizar un forcejeo, los dos hermanos habrían abandonarían el lugar con las mujeres en el vehículo.

El Juzgado de guardia recibió denuncias de las dos partes, con los informes médicos que acreditan las lesiones de cada uno, si bien no existen testigos de lo que pudo ocurrir, aunque el altercado se produjo a plena luz del día y en una calle concurrida, junto a un bar.