Los grupos escultóricos se distribuirán en templos y locales de la Semana Santa situados en el casco antiguo de la ciudad mientras que duren las obras de realización del nuevo Museo de Semana Santa de Zamora. Así lo han confirmado a este medio fuentes de la comisión de pasos, integrada por los presidentes de cofradías que tienen patrimonio en el museo y el asistente eclesiástico de la Junta pro Semana Santa.
La opción de la diseminación del patrimonio se ha impuesto finalmente sobre la del alquiler de una nave, que hubiera permitido mantener la unidad del museo. En la medida ha pesado que desde la Junta de Castilla y León han recomendado que los pasos se sitúen en lugares que tengan unas condiciones de humedad y de temperatura “con la mayor estabilidad posible”.
No obstante, los integrantes de la comisión han visitado “muchas naves y algunas se ajustaban a lo que necesitábamos, pero había que climatizarlas lo que suponía un sobrecoste”, atestiguan. Tampoco hay que olvidar un aspecto crucial, afrontar el alquiler de la instalación durante los años que dure la construcción, un coste “inasumible para la Junta pro Semana Santa”, lo que hubiera abocado a las cofradía y hermandades a solicitar el apoyo de terceros o bien a tener que aportar cada una de sus arcas cuando no todas contarían con patrimonio en la nave.
A falta de concretar la volumetría exacta de algunos grupos que presentan “alguna figura de gran altura que condiciona el acceso del conjunto al templo”, las iglesias que se utilizarán corresponden a la Catedral de Zamora, que acogería a los pasos de mayor tamaño entre los que se encuentra La Lanzada; la parroquia de San Vicente, que podría acoger a un paso de pequeñas dimensiones; la de Santa María de la Horta, donde previsiblemente vayan los dos pasos de la Cofradía de la Resurrección. Al listado se suma San Andrés, que podría albergar el grueso de las imágenes que procesionan en la Cofradía de la Santa Vera Cruz y “posiblemente alguno más”.
El listado lo completa el templo de San Esteban, vinculado con la Real Cofradía del Santo Entierro, cuyos conjuntos “muchos son de gran altura, por lo que tenemos que medir con precisión los volúmenes porque lo que no queremos es trasladar un paso y que no entren por unos centímetros”, sostienen desde la comisión de pasos. Además, la Real Cofradía de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén ha hablado con las religiosas del convento del Tránsito para que su imagen titular pase a estar en sus dependencias.
La comisión ha optado por el casco antiguo por la elevada concentración de templos existentes y por la baja cantidad de feligresía, ya que la presencia de los grupos escultóricos condicionará la vida parroquial y sería menos viable en templos como San Lázaro, pese en ella se encuentra el paso de Jesús en su Tercera Caída, al tratarse de una parroquia que se llena en las celebraciones dominicales o en los actos relacionados con la Virgen del Yermo.
A mayores, la panera de la Cofradía de Jesús Nazareno acogerá grupos escultóricos de grandes dimensiones que no puedan entrar por las puertas de los templos seleccionados “independientemente de que pertenezcan a la cofradía propietaria”. Desde la comisión de pasos aluden a que su constitución se ha producido para trabajar por “la Semana Santa y no solucionar las cosas por cofradías”.
A la panera de la Junta pro Semana Santa, donde almacenan mesas o los elementos del Espíritu Santo, piezas que el jueves se trasladaron al local cercano de La Mañana para en los próximos días limpiar y adecentarlo para saber con exactitud de cuántos metros cuadrados libres contarían, irían, al menos, mobiliario y las mesas de los grupos escultóricos que haya que desmontar. A este respecto desde la comisión subrayan que los técnicos de la Junta de Castilla y León, entre las recomendaciones ofrecidas, abogan por “desmontar lo mínimo y desde luego intentaremos que ninguno de telas encoladas”, enfatizan.
Respecto a los enseres, ahora exhibidos en el Museo de Semana Santa, se pretende plantear una exposición permanente en la iglesia de Santa María la Nueva, donde el Yacente se encuentra todo el año y que a esta imagen pudieran unirse “La Dolorosa o algún paso desmontado”. En el templo románico más cercano al museo montarían una zona expositiva “para que durante el tiempo que los pasos estén disgregados al menos haya una pequeña muestra del Museo de Semana Santa, donde los grandes pasos no estarán por sus dimensiones, pero sí imágenes y enseres de calidad”.
