El plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno de España ha generado opiniones de todo tipo, muchas condicionadas por la ideología o la filiación política de cada cual. La división existe en la sociedad y en las instituciones, aunque todos los afectados se verán obligados a cumplir con las normas que entrarán en vigor el próximo martes 9 de agosto. Algunas de las directrices apuntan directamente a los edificios públicos y a sus responsables, que tendrán más límites a la hora de regular la temperatura o de iluminar determinados inmuebles.
La opinión de Requejo
Tras conocer las nuevas normas, algunos dirigentes políticos quisieron expresar su punto de vista. En el caso de Requejo, su enfoque estuvo más dirigido a hablar sobre el impacto de las medidas en los negocios que acerca de lo que hará la propia Diputación en los edificios que dependen de su gestión. En ese caso, el margen de maniobra es pequeño, toda vez el plan se ejecutará a nivel estatal.
En todo caso, Requejo sí quiso dejar claro que “está muy bien ahorrar en medidas de eficiencia energética y que todo el mundo dé ejemplo”, pero apuntó que “quienes dictan las normas son los primeros que no las cumplen”, en clara referencia al Gobierno central: “Lo realmente necesario es adelgazar la estructura y hacer administraciones más eficaces”, añadió el dirigente liberal.
En esa línea, Francisco José Requejo acusó a los responsables del Ejecutivo de “penalizar de nuevo al comercio”, en lugar de implementar “medidas reales que ayuden a este sector”. Bajo el punto de vista del presidente de la Diputación, los negocios reciben sacudidas una y otra vez sin que la clase gobernante conozca realmente “el esfuerzo que realizan día a día”.
"Un comercio fuerte y moderno"
Para el mandatario provincial, “sin un comercio fuerte y moderno, con empresas competitivas y tecnológicamente adaptadas no habrá una economía robusta y ágil” en España, una reflexión que compartió a través de sus cuentas en las redes sociales y que complementó con un par de dardos más dirigidos al Gobierno.
Requejo lamentó que los dirigentes del Ejecutivo “no entienden esto o no quieren entenderlo” y demandó “más libertad y menos restricciones”, en sintonía con su discurso habitual, muy orientado a defender el valor del empresariado como fuente principal de riqueza de la provincia y del país.
Más allá de las palabras del mandatario liberal, otros representantes del equipo de Gobierno de la Diputación también hablaron públicamente sobre este asunto para expresar su opinión y para dar pistas sobre cómo será su actitud en relación al plan de ahorro energético. Por ejemplo, el vicepresidente segundo de la Encarnación, Jesús María Prada, reconoció que “entre las medidas puede haber algunas con cierto sentido”, aunque matizó que “habrá que esperar por si alguien las recurre”, ante las dudas que le generan determinadas cuestiones a nivel legal.
Más allá de eso, y desde su óptica como responsable de turismo de la Diputación, Prada sí puso de manifiesto que “apagar los monumentos a las diez de la noche puede provocar una falta de atractivo”. En ese caso, existen dudas sobre la inclusión de según qué inmuebles en la norma, pero el representante popular insistió en que “no tendría sentido” acabar con ese recurso ornamental, y más cuando muchos de los lugares afectados cuentan desde hace tiempo con “luminarias led que tienen poco coste y que generan un bajo consumo”.
La Encarnación, con horarios normales
Ante eso, Prada confirmó que, tras charlar con Requejo, ambos han determinado que la iglesia de la Encarnación mantenga los horarios normales de iluminación por el momento: “Entendemos que es lo más lógico, y por eso se lo he solicitado al presidente, que ha estado de acuerdo”, explicó el dirigente del área de turismo, a expensas de novedades.
En lo tocante al Ayuntamiento, las fuentes municipales consultadas se limitaron a señalar que la institución municipal “cumplirá con las medidas que se dicten” desde el Gobierno central para fomentar el ahorro energético a partir de la próxima semana.
