Una vaca decidió saltar el cercado donde su dueño la acababa de encerrar junto a otras tres que habían estado perdidas pastando libremente en un prado. El ofuscamiento de la res no cesó hasta que rompió la puerta de la cancela y terminó precipitándose por un terraplén de metro y medio de profundidad y malherida echando espuma por la boca y con espasmos tendida en un caño seco de Sotillo de Sanabria.

El accidente ha costado caro al ganadero, que durante cuatro años, desde 2018, cuando se produjo el incidente, ha estado imputado por un delito de maltrato animal por la denuncia de su exesposa, cuatro años con la incertidumbre de si podría se condenado a prisión y sin poder ejercer su profesión. Ante la imposibilidad de que la vaca se pusiera en pie, tras inyectarle calcio como le había indicado el veterinario, decidió rescatar al animal ayudado de su tractor, según declaró en su defensa al ser interrogado.

La acusación particular, ejercida por su exesposa sostuvo que el acusado, ni corto ni perezoso, se llevó el vehículo para atar una cuerda a los cuernos de la res y tiró de ella para sacarla a la carretera. “La arrastró diez metros”, aseguraban los denunciantes, para salvar el desnivel, hasta alcanzar una carretera y cruzarla con el animal pegado al suelo, ya que no podía caminar. Una versión que el procesado ha negado al asegurar que colocó una cincha en el abdomen del animal para poder rescatarlo.

Sin embargo, madre e hijo afirman que vieron con sus propios ojos cómo el ganadero arrastraba al animal con el tractor agarrado con la soga por los cuernos. El hijo fue el encargado de llamar a varios veterinarios, incluso indicó en el juicio que su padre llamó a otro facultativo, pero ninguno pudo acudir.

Lo cierto es que la ató a un árbol frente al lugar del accidente y la dejó allí. Cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron al lugar del accidente alertados por el hijo del ganadero el bóvido estaba ya agonizando. Los guardias vieron marcas del arrastre sin poder precisar si esa conducta pudo haber agravado las lesiones que se causó al caer al vacío.

El juicio no aclaró cómo fue extraída la vaca del terraplén, por lo que la magistrada del Juzgado de lo Penal aplicó el in dubio pro reo: ante las dudas de la autoría del delito, el procesado queda absuelto.