Los médicos tuvieron que operar a corazón abierto al joven zamorano de 18 años, Víctor Manuel J.V., apuñalado en la madrugada del 22 de julio durante las fiestas de Moraleja del Vino por otro varón que le asestó una navajada que le atravesó el órgano vital casi cuatro milímetros, tras perforarle el pericardio, la membrana que lo protege, según la información a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

Víctor entró a intentar calmar una reyerta desatada en plena verbena cuando resultó herido de gravedad, a las 5.00 horas, y sostiene que no conocía de nada al joven que empuñaba el arma blanca, quien se encuentra en prisión provisional por este suceso. Testigos presenciales indican que el agresor “llevaba toda la noche amenazando a gente del pueblo y pidiendo dinero” a los vecinos que disfrutaban del festejo.

La familia del joven herido denuncia la tardanza del Hospital Virgen de la Concha en derivar a este al Hospital Universitario de Salamanca, que casi le cuesta la vida, indica, donde tuvo que ser intervenido de urgencia y en situación de extrema gravedad. “Los médicos le dijeron que llamara a mi madre, mientras le trasladaban al quirófano y le iban leyendo la autorización de la operación que firmó en la camilla en el mismo ascensor”, de camino al quirófano explica su hermana.

“Le intervenían a vida o muerte, a corazón abierto”, agrega la familiar, quien cree que el servicio de urgencias del Complejo Asistencial de Zamora debió haber echo un TAC al joven herido para comprobar la profundidad de la puñalada que era de entre 2 y 4 milímetros, de acuerdo con el informe médico.

“De urgencias a casa, en dos horas”

Sin embargo, “cuando llegó a urgencias en Zamora, los médicos solo le hicieron una radiografía y le introdujeron un instrumento para comprobar la dimensión del “pinchazo”. Le comunicaron que la herida era superficial”, que le darían 4 puntos y en dos horas podría volver a casa, explica la familia de Víctor, que permanece ingresado en Salamanca y no obtendrá el alta hospitalaria hasta mediados de esta semana.

Así lo hicieron: tras coserle la herida, regresó al box de urgencias con su familia, “pero no dejaba de tener frío, estaba mal, mi madre y mi hermano insistieron a los médicos, pero le decían que estuviera tranquilo, que no era nada”. Ante la ipersistencia de la familia, los facultativos le repitieron los análisis y “comprobaron que estaban descompensados, recurren al TAC”, ven el alcance real de la lesión y decidieron el traslado urgente a Salamanca. Eran las 9.50 y a las 11.00 iba camino del quirófano del Hospital charro.

Un trauma por el estrés

Víctor sufre un trauma por toda la situación vivida, por el estrés, ya que las indicaciones de los médicos salmantinos para que hablara con su madre por teléfono le llevaron a pensar que era muy probable que muriera en la intervención quirúrgica. Una experiencia a la que se suman las más de seis horas de angustia desde que recibe la puñalada, a las 5.00 horas, hasta que le atendieron en el hospital salmantino pasadas las 11.00 horas.

Se encuentra bajo de ánimo, declara su hermana, muy preocupada, como el resto de allegados, por la salud del estudiante del ciclo de Formación Profesional de Soldadura en el centro de Menesianos. La familia se plantea emprender acciones judiciales por un posible caso de negligencia o mala praxis del equipo médico de Zamora.

El pronóstico de los facultativos de Salamanca fue de extrema gravedad y, tras la intervención, le han indicado que tendrá un periodo de recuperación de entre 6 meses y un año hasta que pueda comenzar a hacer vida normal.

La familia denuncia, asimismo, la tardanza de la ambulancia de emergencias 1 1 2 en llegar desde Zamora capital, “35 minutos, lo sabemos porque fue el tiempo que le llevó a mi hermano mayor ir a Moraleja y llegaron a la vez”. La Guardia Civil pudo detener al acusado porque los vecinos de Moraleja acorralaron al agresor hasta que llegaron los agentes.