Los 24 niños saharauis, sujetos al programa Vacaciones en Paz, han llegado a Zamora, donde les esperaban sus familias de acogida, que colaboran de forma altruista con esta iniciativa solidaria.

Visiblemente cansados, tras un largo viaje desde los campos de refugiados de Tinduf, han llegado acompañados de Inés Prieto y otros miembros de la asociación.

La recepción ha tenido lugar en el Ayuntamiento de la ciudad, donde el alcalde, Francisco Guarido, en compañía de los concejales de Servicios sociales y Hacienda, ha querido darles la bienvenida y agradecer la labor humanitaria que está llevando a cabo la Asociación Zamora con el Sahara junto con el programa Vacaciones en Paz, así como a las familias de acogida por brindar hospitalidad y solidaridad.

Una madre de acogida y su pequeño en el acto en el salón de plenos Emilio Fraile

Tras la breve intervención, los niños han sido entregados a los padres, que se encontraban visiblemente emocionados.

Después del parón sufrido durante la pandemia, el regreso de los pequeños a la ciudad es otro signo de la, tan deseada, vuelta a la normalidad.

Los niños, que tienen una edad de ocho años, van a disfrutar de su primera estancia en España. Excepto tres de ellos que ya han tenido una experiencia anterior y retornan para recibir asistencia médica, algo que habitual en el programa.

Antes de la llegada, ninguna de las familias sabe que niño o niña llegará a su hogar. Esto se ha conocido en el Ayuntamiento, donde el personal de la organización ha leído el nombre de cada niño y a continuación el de su familia asignada.

Los niños saharahuis a su llegada al salón de plenos Emilio Fraile

En esta ocasión los niños llegaron con retraso tras un error burocrático que los obligó a permanecer esperando en los campamentos de refugiados del norte de África, soportando temperaturas de cincuenta grados.

Tras el retraso en la llegada de este año, permanecerán durante el resto del verano en Zamora junto a sus familias. Durante su estancia, disfrutarán de actividades veraniegas como ir a la piscina, hacer turismo y jugar con sus hermanos y amigos de acogida, entre otras cosas. Algunas de las familias planean enseñarles castellano y otras ya se han intercambiado los teléfonos para que los niños, que en algunos casos son familia, puedan verse y pasar tiempo juntos.

Uno de los momentos más emotivos vividos en el salón de plenos Emilio Fraile

Tras la investigación previa que la organización realiza, llamará a las familias durante los próximos días para asegurarse de que todo marcha correctamente y los niños se integran bien. De la misma forma, los padres pueden ponerse en contacto con la organización ante cualquier duda o problema que pueda surgir.

Hasta el lugar de la recogida también han llegado familias que querían conocer el proceso para poder participar durante los próximos años.