Un gesto tan simple como quitarnos los zapatos y caminar descalzos durante unos minutos al día (una técnica que se conoce con el nombre de “Grounding” o “Earthing”) puede tener muchos más beneficios de los que esperábamos. Nadie duda que acariciar la arena de la playa o el césped recién cortado es una sensación de lo más agradable pero además puede ser útil como terapia de sanación si padecemos estrés y ansiedad.

Según los estudios, después de unos minutos con los pies en contacto con la Tierra los marcadores de las frecuencias cardíacas y respiratorias descienden, la tensión arterial baja y los niveles de adrenalina y cortisol (las hormonas del estrés) también son menores.

Los pies están llenos de terminaciones nerviosas y el contacto directo con el suelo ayuda a liberar el estrés y a relajar el sistema nervioso. La razón es que la Tierra emite electrones (iones con carga negativa) que son muy útiles para que nuestro organismo esté en equilibrio y para recargar nuestra energía de forma natural; de hecho se considera que este efecto de “pies en la Tierra” es uno de los antioxidantes más poderosos que existen.

Esos electrones ayudan además a que liberemos el exceso de carga eléctrica producida por nuestros propios procesos fisiológicos pero también por la ropa o nuestro contacto con las antenas de Wifi, 5G, Bluetooth…

Beneficios

- Reduce el estrés crónico y la ansiedad.

- Fortalece los pies.

- Mejora la circulación sanguínea.

- Mejora la propiacepción.

- Desinflama el organismo.

- Te carga de energía.

- Mejora el sistema inmune.

- Mejora el estado de ánimo.

- Baja el dolor muscular.

- Mejora el sueño.

- Potencia la fertilidad.

Los expertos aseguran que dos segundos caminando descalzos ya son suficientes para notar algunos beneficios, pero lo ideal sería estar entre 20 y 30 minutos. Y otro consejo: si puedes, cuanta más superficie del cuerpo pongas en contacto con la Tierra mejor. Regálate unos minutos tumbado en el césped o duerme al raso una de estas noches de verano.

Pies casi atrofiados

Los pies están todo el tiempo metidos en todo tipo de calcetines, zapatos… Nos quitamos unos para ponernos otros sin dar ni un respiro a esta parte del cuerpo. El hecho de estar siempre aprisionados puede afectar a la movilidad y a la sensibilidad. Haz la prueba: hay muchas personas que no son capaces de mover cómodamente los dedos de los pies, los tobillos…

Hay que tener en cuenta también que la mayoría de calzado que usamos está fabricado con materiales aislantes que precisamente mantienen nuestro cuerpo alejado de esas energías eléctricas de la Tierra tan necesarias para estar equilibrados y sanos.

Caminando en un bosque Laura Jiménez @uterosalvaje

Playa, césped… o donde sea

Si eres de los afortunados que están de vacaciones o viven en una ciudad de playa, lo ideal sería caminar por la playa. A los beneficios anteriores habría que sumar que la arena actúa como un exfoliante natural, eliminando las durezas de los pies.

También puedes aprovechar una excursión a la montaña para quitarte los zapatos y caminar por la hierba o la tierra. O quizá salir al jardín de tu casa o a un parque cercano.

Para el día a día, te recomiendo que al llegar a casa no te pongas corriendo las zapatillas. Camina un rato sin zapatos ni calcetines. La superficie dura de las casas no es tan recomendable en el caso de padecer pies planos u otras dolencias, pero unos minutos al día serán muy beneficiosos para todos.

¿Sabías que en Vietnam es normal quitarse los zapatos al entrar a un restaurante? ¿Y que en muchas ciudades de Australia es normal incluso viajar en los tranvías sin zapatos?

Potenciando lo efectos del “earthing”

Meditación caminando: Te recomiendo que conviertas el Earthing en una técnica de meditación. Es decir, no solo caminar por la arena o el césped sino hacerlo con consciencia. Puedes empezar por sentir la temperatura del suelo, estar muy atento a las texturas, las partes del pie que se van apoyando, las que se levantan del suelo… Detrás de esta práctica se esconde más bienestar mental del que imaginas. ¿Probamos?

Ejercicios para unos pies sanos: Pienso que en las cosas más simples se esconden grandes cambios. Y un ejemplo son estos ejercicios que en yoga se conocen como Pawanmuktasanas, ¿los conoces? Son sencillos movimientos para las articulaciones y que ayudan mucho a eliminar los bloqueos energéticos.

Mis dos preferidos para mantener una buena salud de pies:

- Padanguli naman: Sentado con las piernas estiradas, coger el pie derecho y con ayuda de la mano izquierda mover lentamente los dedos hacia delante y hacia atrás. Cambiar de lado. (Foto 1).

- Goolf ghoornan: En la misma postura, coge de nuevo el pie derecho y rotar lentamente el pie hacia un lado y hacia el otro como si fuera una manivela. (Foto 2).

Masaje: Otra buena idea es masajear los pies a diario utilizando aceite de sésamo. Puedes simplemente frotar las plantas de los pies (si lo haces antes de dormir, es un remedio maravilloso para combatir el insomnio) o ir ejerciendo presión sobre diferentes puntos de la planta, empeine y tobillo con el dedo pulgar.

Calzado adecuado: También utilizar calzado artesanal de cuero o cáñamo es buena idea ya que evitamos esas capas aislantes de los zapatos tradicionales que cortan la conexión con la Tierra. Un buen ejemplo es este modelo fabricado en yute de la firma mallorquina Pla. (Foto 4).

Modelo sostenible de la firma Pla Pla