Villanueva de Valrojo y Ayoó de Vidriales volvieron en la jornada de este jueves a revivir la angustia de los incendios ocurridos el pasado junio, el primero el de la Sierra de la Culebra, al ver, con asombro, cómo el humo volvía a aparecer en las cercanías de ambas localidades. Por fortuna los intentos del fuego por reavivarse se encuentran con la vigilancia vecinal y la rápida actuación de los servicios de extinción, que lograron controlar las llamas

Zona afectada por la combustión del fuego, reactivación del producido en junio. | Cedida

En Villanueva de Valrojo, informa Araceli Saavedra, pasadas las doce del mediodía de este jueves se ha reavivado un nuevo foco en el paraje de la Matona cerca de la captación del depósito de agua de la localidad. La celeridad de los responsables de la Junta Administrativa y los vecinos en avisar ha propiciado la rápida intervención de una cuadrilla helitransportada y un helicóptero que ha sofocado este nuevo conato.

La zona que ardía era hierba y monte bajo ante la perplejidad entre los vecinos que vieron el humo. “Si no lo veo no lo creo”, exclamaban al ver que se surgía tantos días después una nueva columna.

Es la segunda vez en esta semana que en el paraje de La Matona se reaviva un fuego latente en el subsuelo. Cuando el combustible está tan seco en zonas de pastizal o turbera el incendio puede tardar varias semanas en dejar de quemar el subsuelo, señalaron a este diario fuentes especializadas. 

Un helicóptero refresca la zona para evitar la reactivación. | Cedida

El parte de incendios de la Junta de Castilla y León se hacía eco del fuego como un incendio en investigación en Ferreras de Abajo, que comenzaba a las 12.30 de este día 7 de julio y se daba por controlado a las 13.23 horas. Todavía no se conocen las hectáreas afectadas, ya que está en perimetración. En su extinción participó un helicóptero de Villardeciervos, un agente medio ambiental, tres autobombas, dos cuadrillas de tierra y una cuadrilla de especialistas en lucha contra los incendios forestales.

En Ayoó de Vidriales se reproducía el incendio ocurrido casi de forma simultánea al de la Sierra de la Culebra. El fuego se detectó a las cinco y cinco de la tarde y se daba por controlado poco después. En las tareas de extinción participaron un agente medio ambiental, un helicóptero de Rosinos de la Requejada, una brigada especialista de lucha contra los incendios forestales, dos autobombas y tres cuadrillas de tierra. La superficie quemada se estima en 380 hectáreas de matorral.

Fuentesaúco

 El parte de incendios forestales se hace eco también de un incendio en Fuentesaúco, declarado a partir de las siete menos diez de la tarde y que a cierre de esta edición se encontraba aún activo. En las tareas de extinción participaban un agente medio ambiental y una autobomba. La Junta no había determinado todavía la superficie quemada.

Además, en el parte de incendios de la Junta aparecen aún dos de los declarados el pasado 15 de junio debido a los rayos y que se localizan en Ferreras de Abajo y Sarracín de Aliste (de Riofrío de Aliste). Ambos están controlados desde el 26 de junio y su consecuencia son las más de 25.000 hectáreas abrasadas por las llamas. 

En concreto en al que tuvo su origen en Ferreras de Abajo se le atribuye la calcinación de 400 hectáreas de arbolado, 71 de matorral, 18 de tierras agrícolas y pequeñas superficies de pastos.

Al de Sarracín de Aliste se le imputan 15.022 hectáreas de arbolado incendiadas, 8.258 de matorral, 813 de pasto 452 de terreno agrícola y 813 de pasto, además de otras 211 hectáreas con otro tipo de usos.