La Opinión de Zamora

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Zamora lidera la tasa de envejecimiento del país por la eterna crisis de natalidad

La provincia tiene 317 personas mayores de 65 años por cada cien menores de 16, lo que hace tambalear el sistema a pocos años vista

Campeonato de petanca celebrado la pasada semana en los Tres Árboles. Ana Burrieza

La provincia de Zamora contabiliza a 317 personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 16 años, lo que la sitúa en la primera posición nacional respecto al índice de envejecimiento, que alcanza un 317%. La situación es tan grave que, tan solo en el último año, este territorio ha incrementado la estadística en catorce puntos porcentuales. Los números son excesivamente abultados si se toma como referencia al conjunto de Castilla y León, donde la media es de 211%, o se extiende al país entero, con un índice del 133%. Este envejecimiento imparable es fruto de la confluencia de dos factores, como son una tasa de natalidad cada vez menor y una esperanza de vida en tendencia alcista. Todo ello forma un cóctel muy peligroso para la sostenibilidad del sistema.

El análisis elaborado por la Fundación Adecco refleja cómo el índice de envejecimiento obliga a las administraciones a tomar decisiones con urgencia. Y es que, de acuerdo con su tesis, la ratio actual de la Seguridad Social no garantiza a futuro la pervivencia del sistema de pensiones, por lo que es necesario abordar cuestiones como la cronificación sistemática del desempleo entre los profesionales más veteranos o la inversión de recursos para regularizar la economía sumergida.

Y es que, la crisis demográfica que pesa sobre la provincia de Zamora hace tambalear cualquier sistema hasta la fecha conocido. El hundimiento de la tasa de natalidad se intensifica en un marco de crisis cíclicas, con obstáculos económicos y laborales que impiden a las parejas jóvenes apostar por formar una familia. Ello, junto a los efectos de la pandemia, ofrece un escenario más que complicado para dar la vuelta a la estadística de nacimientos de un territorio en el que cada vez hay menos niños jugando en los parques.

Prejuicios para el acceso al trabajo de quienes tienen más de 55 años

El envejecimiento de la población constituye uno de los fenómenos más determinantes de este siglo y sus efectos son ya demasiado evidentes sobre la economía y el mercado laboral. Ahora mismo, el 24% de las personas que tienen trabajo o lo buscan en Castilla y León tiene 55 años o más, frente al 14% de hace una década. De hecho, en 2030 superarán el 32% de la población activa, según Adecco. A pesar de este peso cada vez mayor de la fuerza laboral sénior, se produce una paradoja, ya que las personas mayores de 55 años encuentran dobles barreras para acceder al mercado laboral. En la actualidad, 27.000 profesionales que superan esta edad buscan trabajo en Castilla y León y el 58% es desempleado de larga duración, una cifra que desciende hasta el 47% para el resto de la población.

Estas barreras tienen su origen en prejuicios y estereotipos sociales que se trasladan a las empresas en forma de reticencias a la hora de incorporar profesionales sénior. Por ejemplo, que sus competencias estarán obsoletas, que serán menos flexibles o que tendrán una menor capacidad de aprendizaje, de acuerdo con la tesis defendida por Fundación Adecco, que rechaza tales afirmaciones y apuesta con decisión por la contratación sénior.

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