Los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras y Unión General de los Trabajadores, han salido este miércoles a las calles de Zamora para exigir a la patronal una mayor predisposición a la negociación salarial que permita a los ciudadanos afrontar con garantías el incremento generalizado de los precios. Bajo el lema “Salario o conflicto”, cerca de un centenar de personas han protestado frente a la sede de la CEOE de Zamora, en plena plaza de Alemania, con dos peticiones claras. Por una parte, una subida salarial lo suficientemente cuantiosa como para evitar que la inflación sea únicamente asumida por el bolsillo de los trabajadores. Y, por la otra, el establecimiento en los convenios de cláusulas de revisión salarial para, en caso de un IPC desbocado a futuro, que se reparta ese coste entre empresas y empleados.

Los secretarios generales de CC OO y UGT, Trini Acebes y Ángel del Carmen, han sido los encargados de defender las propuestas sindicales frente a la sede de la patronal. Ha sido la primera la que ha denunciado que las empresas “continúan repercutiendo la subida del IPC a los precios de sus productos, cargando así todo el peso de la inflación en la ciudadanía y aprovechando el alza para elevar el margen de beneficio por unidad productiva”. Todo ello, a juicio de las organizaciones, está llevando a un escenario de “efecto de segunda ronda” tanto en la inflación subyacente, cifrada en un 5,5%, como en la general del 10,2%.

Es en este punto donde nace la necesidad de movilización, de acuerdo con la tesis defendida por Trini Acebes. Y es que, las empresas en Zamora están mostrando su negativa a incluir cláusulas de revisión salarial que permitan garantizar cierto incremento del poder adquisitivo a los trabajadores. La negociación está tan enconada que, a día de hoy, tan solo se han firmado en la provincia cuatro de los quince convenios colectivos que estaban pendientes para este año 2022. Los sindicatos parten de un mínimo de un 3,5% de incremento y esa cláusula de revisión, pero la patronal a menudo niega las dos cuestiones.

El secretario general de la UGT, Ángel del Carmen, ha reconocido cierta mano blanda en la mesa de negociación, teniendo en cuenta las particularidades de este territorio. “Sabemos cómo están las empresas de Zamora y por eso estamos siendo prudentes, pero hay una serie de mínimos que deben establecerse”, ha expresado. Por eso, ha amenazado con movilizaciones a partir de septiembre en el caso de que las empresas sigan en sus trece. “Lo que no puede ser es que el IPC suba un 10% y los salarios un 1%; ese no es un buen camino”, ha advertido.