El proyecto de Zamora 10 llegará a su fin el 31 de diciembre de este año. El consejo general de la asociación para el desarrollo de la provincia ha acordado el cese de la actividad "en el actual formato y con esta dinámica" tras la salida de socios como la Cámara de Comercio, CEOE-Cepyme o Azeco, que ya habían comunicado hace unos meses su decisión de abandonar la iniciativa.

El gerente de la asociación, Francisco Prieto, ha confirmado que el proyecto "estará cerrado en este formato" cuando acabe el año, pero ha dejado abierta la posibilidad de que determinados socios sigan utilizando Zamora 10 "para impulsar la provincia". Eso, en todo caso, será otra cosa muy diferente a la que ha venido funcionando en el último lustro.

Para empezar, Caja Rural de Zamora ha manifestado ante el propio consejo su decisión de "dejar de liderar el proyecto" a partir de diciembre, lo que deja a la asociación para el desarrollo en una situación de orfandad evidente ante la disyuntiva entre su disolución o un cambio radical en su funcionamiento.

Prieto ha aclarado también que Zamora 10 se ha marcado una hoja de ruta para los casi seis meses que quedan hasta el final del proyecto actual. Ese plan incluye nueve iniciativas que "se deben impulsar" para favorecer a la provincia, y que incluyen cuestiones como el desarrollo de la marca Zamora, la ayuda a Fromago, la gestación de una ambiciosa feria del vino, la puesta en marcha de una oficina conjunta para el emprendimiento o el encauzamiento de los cursos de español para extranjeros en colaboración con la Universidad de Salamanca.

A partir de ahí, todo quedará en manos de los socios. Si alguien quiere darle continuidad a Zamora 10 de otro modo a partir de 2023 deberá postularse para tomar las riendas: "Ha llegado nuestro momento", ha insistido Prieto, que ha dado por finiquitado también el formato del consejo general y que ha remarcado que la historia de la asociación habrá que "reescribirla" si es que alguien tiene la voluntad de hacerlo.

"Ha fallado la unidad"

El gerente de Zamora 10 ha reconocido que "no se han alcanzado los objetivos deseados" y ha culpado a "las circunstancias" y a la falta de unidad que se percibió con la guerra desatada a comienzos de este año por el choque de intereses entre el empresariado: "No consideramos que sea un fracaso", ha matizado Prieto, que sí ha lamentado que los socios no hayan logrado la cohesión suficiente para "ir más lejos".