Acumula más de 40 años de trabajo a sus espaldas y todos ellos los desarrolló en el mismo lugar. Ismael Rodríguez García fue uno de los primeros empleados de la cooperativa Cobadu, una de las empresas zamoranas más reconocidas a nivel autonómico y nacional. Es por esta labora y compromiso que la Cámara de Comercio de Zamora ha querido hacerle merecedor de la Medalla a la Lealtad Empresarial por “reflejar el aprendizaje continuo, la constancia y la entrega incondicional a su trabajo y a mejorar cada día”. El galardón llega cuando Rodríguez está empezando a disfrutar de su recién estrenada jubilación.
– Ha sido elegido Medalla a la lealtad empresarial, ¿cómo recibió la noticia?
– Me enteré por mi hijo. El gerente de Cobadu se puso en contacto con él y fue quien me transmitió la enhorabuena. En parte me sentí un poco nervioso, pero es algo que se agradece.
– ¿Por qué cree que es merecedor de la Medalla?
– He estado allí casi 40 años, desde que se creó la cooperativa. Al principio nos pasábamos los días haciendo muchas horas extraordinarias. Yo estaba en mantenimiento, y en ese momento era el único encargado, éramos muy pocos los que trabajábamos entonces, así que siempre que había alguna avería me tocaba ir por la noche a cualquier hora. Me imagino que por todo eso, entre otras cosas, se habrán acordado de mí.
– ¿Qué significa para usted Cobadu?
–Es la empresa donde he estado toda mi vida trabajando y he estado muy contento allí. No puedo decir nada malo. Además, es una de las empresas más grandes de Zamora y le ha dado mucho a la provincia.
– ¿Sintió mucha pena al jubilarse?
– En parte sí y en parte no. Por un lado quería ya disfrutar un poco más de la vida y aunque al principio si que lo he extrañado bastante, el no tener que ir allí es reconfortante porque ahora puedo estar mucho más tiempo con mi familia.
– ¿Cómo fueron sus años de trabajo?
– Según iba evolucionando ha cambiado, todo es un proceso y yo he formado parte de él. Empezamos siendo cinco personas, no había nadie de mantenimiento. Yo me empecé a encargar de todo y en especial de la electricidad porque me gustaba.
– ¿Nervioso por la gala?
– Lo tengo un poco preparado, tengo miedo porque no estoy acostumbrado a hablar en público, pero estoy emocionado.